Te voy a contar si quieres como es la vida en mi pago. La pucha que es un halago contarte con alegría perdón por mi fantasía, pero no hay otro Santiago dicen los versos de la chacarera «El embrujo de mi tierra». Algo de ese conjuro se vivió esta tarde en el Espacio Clarín, a raíz de la presentación de «Tierra de encuentros», una jornada dedicada a Santiago del Estero.
El encuentro, organizado por la Subsecretaría de Turismo de la Provincia, comenzó con una charla y clase abierta de quechua, con algunas palabras de uso común en la provincia. Luego se pasó un video institucional, con algunos de los atractivos de la «madre de ciudades».
Santiago del Estero es sinónimo de folclore. Por momentos, el Espacio Clarín se convirtió en un gran patio santiagueño con las clases de chacarera. De a poco, los asistentes se fueron animando al zapateo y el zarandeo, las figuras básicas del género musical emblema.
Luego, Froilán «El Indio» González hizo una demostración sobre cómo se fabrican los bombos. El luthier fabricó instrumentos para músicos de la talla de Mercedes Sosa, Los Chalchaleros y Los Fronterizos, entre otros referentes del folclore. González habló de la elección del mejor ceibo para la madera del instrumento y de los parches para lograr una mejor sonoridad. Al final, Froilán hizo sonar su instrumento, junto a otros bombistos.
Los asistentes también pudieron probar las delicias santiagueñas, como el dulce de tuna y las empanadas. Además, se hicieron sorteos entre el público.
«La chacarera es la reina de la fiesta. Levanta siempre al público. Es la música que más nos define», definió Roberto Carabajal al género santiagueño en diálogo con Espacio Clarín. El músico, junto a Cuti Carabajal, cerró la noche santiagueña con un puñado de las canciones más emblemáticas, las que se escuchan en las peñas de todo el país.
El dúo interpretó clásicos como «Las manos de mi madre», «Chakay manta» y «Hermano Kakuy», entre otras. «Santiago del Estero tiene un puente. Separa las ciudades de Santiago y La Banda. Es uno de los más famosos del mundo, junto al de Brooklyn», bromeó Cuti, antes de interpretar «Puente carretero».
El final fue con «Déjame que me vaya» y «Entre a mi pago sin golpear». Mi pueblo es un cantor que canta la chacarera no ha de cantar lo que muy dentro no sienta reza la chacarera. La noche terminó a puro baile. A puro embrujo de la tierra santiagueña.
Fuente Clarín