Eran los últimos minutos del sábado 1° de septiembre cuando un llamado al 911 advirtió sobre un asalto en un supermercado de la ciudad de Chivilcoy. La policía llegó al lugar poco después y dio la voz de alto pero entonces los tres delincuentes intentaron escapar en distintas direcciones. Ninguno llegó lejos. La primera en caer fue la mujer que iba al volante de un Chevrolet Corsa, en el que pensaban llevarse su botín. Resultó ser miembro de la Bonaerense, pero no estaba sola. En el asiento de atrás estaba su hijo, un bebé de dos años.
Los dos cómplices de la oficial Viviana Abigail Tula Bascarán, de 23 años, fueron capturados a pocos metros del negocio que habían querido robar. Uno de ellos estaba en el techo de una casa y lograron reducirlo a los tiros. La sorpresa, sin embargo, llegó tras la detención. Fue entonces cuando descubrieron que los dos ladrones tenían, en realidad, que haber estado presos.
«Los dos delincuentes tenían salidas transitorias los fines de semana», confirmó a TN Carlos Perillo, Secretario de Seguridad. En el caso de la mujer, ya fue desafectada de la fuerza de seguridad y es investigada además por otros robos en localidades cercanas. «Ni la madre ni los cómplices dudaron en exponer al chico al peligro», sostuvo el funcionario, en relación a la presencia del bebé dentro del vehículo cuando se produjo el tiroteo.
«Bascarán usó al hijo como escudo», afirmó Perillo. Con ella presa, el menor quedó al cuidado de su abuela. Por su parte, los tres detenidos se negaron a declarar y se les abrió una causa por los delitos de “robo calificado por el uso de arma, portación ilegal de arma y munición de guerra, privación ilegal de la libertad, resistencia a la autoridad y lesiones leves».