En vísperas del Día del Niño por Nacer, que se celebra cada 25 de marzo, en la fiesta de la Anunciación del Señor, la convocatoria central en la ciudad de Buenos Aires es en Plaza Italia desde las 14:00, para marchar hacia la Facultad de Derecho, en el barrio porteño de Recoleta, como sucedió el año pasado, informa NA.
Después de que el Senado nacional rechazara en agosto de 2018 una ley de despenalización del aborto, votada previamente en la cámara de Diputados, esta marcha lleva a los ciudadanos que tomen parte en la convocatoria a manifestar su firme adhesión en favor de la vida.
Hace un año, el 25 de marzo de 2018, tuvo lugar la primera «Marcha por la vida», que reunió más de 150.000 personas. La organización este año se encuentra a cargo de la agrupación «Marcha por la Vida», conducida por Alejandro Geyer, que a través de un video mensaje invitó a los argentinos a unirse.
El acto central se llevará adelante junto al Museo Nacional de Bellas Artes y está previsto que la convocatoria se replique en decenas de ciudades del país, incluyendo a las principales capitales provinciales.
En Buenos Aires, se espera que los oradores durante el acto enarbolen una serie de reclamos a las autoridades de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
En primer lugar, el movimiento provida exigirá la elaboración de políticas públicas integrales para acompañar a la mujer en situación de vulnerabilidad y la promoción y desarrollo de la infancia en riesgo.
También habrá un reclamo por las más recientes víctimas de lo que el movimiento provida considera una falsa Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y las muertes de Paz, Esperanza y Faustina en Concordia, Jujuy y Tucumán, respectivamente.
A su vez, se pedirá por el esclarecimiento del asesinato de Keila Jones, «a quien en diciembre de 2015 se le suministró misoprostol en el hospital de Esquel para provocarle un aborto y murió días después desangrada», anticiparon los organizadores de la marcha en un comunicado.
Se espera, además, que los manifestantes soliciten la derogación de los protocolos de la muerte, el respeto del derecho a la vida en el próximo debate por la reforma del Código Penal y que se generen políticas públicas que prevengan el aborto clandestino y legal.
Habrá también un llamado a promover una Educación Sexual Integral (ESI) libre de ideología de género, un mejor sistema de adopción y de cuidado de la maternidad vulnerable, y una lucha decidida contra el abuso, para que en la Argentina no haya «ni víctimas de aborto ni víctimas de violación».
Un último reclamo se oirá en la jornada con la intención de que llegue a todos los espacios políticos partidarios: «En elecciones, con aborto no te voto».
Por su parte, los obispos argentinos, a través de un comunicado enviado por la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia (Cevilaf), en la fiesta de San José el pasado 19 de marzo, expresaron: «Acompañamos y alentamos todas estas iniciativas, y nos sumamos a cada una de ellas».
«La marcha por la vida es esencial para nuestro país porque visibiliza la realidad de la gente que rechaza el aborto. Argentina es provida y eso ha sido demostrado infinidad de veces», sostuvo finalmente Raúl Magnasco, presidente de +Vida, la ONG que lidera el movimiento provida en el país.
