La siderúrgica mendocina Ferroglobe anunció que suspenderá su producción en febrero debido a la baja de ventas. Esta situación se suma a paralización de la planta de Acindar, también por la caída den la demanda, lo que derivó en suspensiones y vacaciones adelantadas.
Esto se da en un marco en que la industria metalúrgica cerró el 2024 con una caída de 12,1%, una contracción que afectó a casi todos los subsectores, salvo a Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques. Puntualmente, en diciembre el sector registró una baja del 3,1% interanual, con una utilización de la capacidad instalada del 52,5%, muy por debajo del promedio de 2023. No obstante, en la comparación mensual con noviembre, la producción aumentó 1% sin estacionalidad.
Conflicto en Acindar
Al mismo tiempo, Acindar, una de las metalúrgicas más importante del país, también había anunciado en diciembre que frenaba la producción en su planta de Villa Constitución, Santa Fe, debido a la caída de la demanda. Como resultado, se suspendieron y adelantaron vacaciones a más de 700 empleados, entre propios y contratados.
El 2024 fue “el año con la peor actividad en la historia de Acindar”, había asegurado Pablo González, secretario general de la seccional UOM Villa Constitución. Sucede que el año pasado se produjeron 600.000 toneladas, mientras que en 2023 habían sido 1.200.000 toneladas. Desde la empresa sostuvieron que en “un año normal, tirando a bajo, no un año bueno, se producen un millón de toneladas”. Desde la compañía le adelantaron al sindicato que habrá más suspensiones en 2025.
La situación se agravó en medio de un fuerte conflicto gremial. En diciembre, los trabajadores siderúrgicos realizaron una medida de fuerza por 11 días en reclamo salarial. González asegura que les deben el aumento de julio y que, a diferencia de la rama metalúrgica, continúan sin recibir una mejora. A su vez, afirmó que la compañía no quiere discutir paritarias en línea con la inflación sino que por el crawling peg o ritmo de devaluación mensual del Banco Central, que este martes se anunció que se reduciría de 2% a 1% en febrero. Según el gremialista, en Acindar alegan que se debe al encarecimiento de los costos en dólares.
Pero dicha huelga, dijo González, derivó en sanciones disciplinarias con 26 días de suspensión, corriendo riesgo de despidos. Esto quedó sin efecto ante la amenaza de freno total. “La empresa busca avanzar en medidas que no solo perjudican a los trabajadores, sino que también atentan contra la estabilidad y la dignidad laboral. Desde la organización gremial planteamos que no se puede discutir ninguna de estas condiciones sin antes resolver la paritaria”, alertó la Comisión Directiva de la UOM Villa Constitución en un comunicado.
Fuente Infobae