No obstante, agregó que el «pueblo afgano no debe pagar el precio de las acciones de los talibanes. Es por eso que el paquete de apoyo afgano es para el pueblo afgano y los vecinos del país que han sido los primeros en brindarles ayuda».
El paquete incluye una provisión de 300 millones de euros ya aprobados por la UE, y también ayudas suplementarias especializadas para acciones como vacunación, acogida, protección de la población civil y respeto a los derechos humanos.
Estos recursos estarán destinada a apoyar directamente a la población local y se canalizará a organizaciones internacionales que ya actúan en esas regiones.
La ayuda global de la Unión al desarrollo en a Afganistán, en tanto, permanece congelada, apuntó la Comisión Europea.
La misma tiene cinco criterios básicos para retomar las relaciones con el nuevo gobierno afgano, y en su nota de este martes recordó que esos objetivos «deben cumplirse antes de que se pueda reanudar la cooperación regular para el desarrollo».
Así, para que se retome la cooperación con la UE los talibanes deben respetar los derechos humanos fundamentales, en particular los derechos de las mujeres; el gobierno afgano debe ser inclusivo, y debe permitir el acceso a la ayuda humanitaria, entre otras cuestiones.
La necesidad de ayuda humanitaria a Afganistán es tema de una reunión extraordinaria del G20 organizada este martes por el gobierno de Italia.
Por ora parte, representantes de los talibanes, la UE y Estados Unidos iniciaron este mismo martes una ronda de conversaciones en Doha, Catar, como parte del esfuerzo diplomático por sacar a Afganistán de su aislamiento internacional.
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