Uno de los rugbiers sobreseídos apuntó contra Máximo Thomsen

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Juan Pedro Guarino, el rugbier que -inicialmente- era parte del grupo imputado por la muerte de Fernando Báez Sosa y luego fue desvinculado, aseguró que no vio los golpes que sus amigos le dieron a la víctima, pero sí identificó a Máximo Thomsen al lado «de un chico» quien resultó ser la víctima, tal cual se enteró al día siguiente.

«No lo podía creer» dijo, ante lo cual Fernando Burlando le preguntó por qué: «Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien, ellos ya se habían peleado anteriores veces, yo había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar, yo me iba a volver de las vacaciones. Por eso digo que no lo podía creer».

«Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor», acotó. Guarino dijo que entró a Le Brique, el boliche estaba “muy lleno” y que vio en un momento a Thomsen y Matías Benicelli, dos de los acusados, pelear con un chico y que cuando él se acercó, la seguridad del lugar sacó a sus amigos. Ante esa situación, decidió él salir por su cuenta «para no quedarse solo».

Según dijo, al salir del boliche vio a Luciano Pertossi peleando con otro chico y que luego escuchó «gritos» y que ellos se levantaron y se fueron: «Imaginé que iban a pelearse de vuelta y por lo que yo miro, veo a Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me enteró quién era».

«¿Compartiste días de detención?», le preguntó el abogado defensor, y el joven respondió: «Yo estaba enojado y no lo podía creer, no sé si estoy enemistado, pero intenté cortar todo tipo de relación. Los días los tenía que pasar igual, pude cortar una vez que salí».

Luego, Burlando le preguntó a Guarino si tras el incidente había ido a comer al Mcdonald’s del centro de Villa Gesell y Guarino aseguró que fue con Luciano Pertossi, uno de los acusados, pero que no habló sobre lo que había pasado.

«El enojo lo sigo teniendo, tristeza, dolor, no poder creerlo, desde ese día hasta hoy», respondió Guarino. Ante las preguntas, el joven dijo que volvió a la casa que compartía con el grupo de ocho imputados y Alejo Milanesi. «¿Cómo se enteró que habían asesinado a una persona?», indagó Burlando y Guarino dijo: «Yo me entero cuando estábamos ya a la tarde de ese día con los precintos y nos sientan en un banco, y ahí nos dice la Policía».

Por su parte, el fiscal Juan Manuel Dávila se paró para interrogar al testigo quien estaba señalando la ubicación de él y demás imputados en una pantalla donde se exhibieron distintos videos: «¿Éste de ahí no era usted?», le preguntó el funcionario, y a metros de donde Fernando Báez Sosa era golpeado por los acusados.

«No lo recuerdo», respondió Guarino, y segundo a segundo iba a avanzando el video y le pedía identificar a los acusados hasta que aquel sostuvo: «no quiero verlo más, perdón», a lo que el fiscal le dijo “era necesario” y siguió pidiendo la identificación de las personas que él veía en el video.

Tras una declaración de dos horas, Guarino habló libremente: «Quiero darle mis condolencias a la familia» de Báez Sosa. «Nunca pude hacerlo. Fue por respeto. Quería que vieran que no estaba en la causa, que era sincero, todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara».

Sobre el final, el abogado Tomei le preguntó si había escuchado sobre un plan de los imputados para matar, y el joven negó ello.

Por último, ya fuera de los tribunales, Guarino dijo: «Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron». Y cuando terminó de declarar, le entregó una carta en un sobre cerrado a la familia de Fernando.

Cadena 3

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