La aparición de miles de peces muertos en un arroyo de Rocha (al este de Uruguay) generó preocupación en las autoridades ambientales. Se trata de un fenómeno reiterado, que ya se ha registrado en otras zonas de la costa uruguaya, pero que igualmente produce inquietud.
“El año nuevo trajo noticias poco gratas. Se registró una masiva aparición de peces dulceacuícolas muertos en el arroyo mencionado, tributario de la laguna de Rocha”, dice el texto. La “alarma” se encendió ante “posibles causas de contaminación fitosanitaria” o la presencia de “algas tóxicas”, fenómenos que ya se han registrado en otras zonas del departamento en otras ocasiones.
“En primer lugar, el día anterior ocurrió el ingreso de agua salobres del océano producto de los intensos vientos de varios días desde el Sur. Con lo que la salinidad aumentó en zonas donde el viento fue favorable, adentrándose en la laguna y en cauces como el arroyo. Y con esa corriente se acumularon sin salida aparente cardúmenes de peces dulceacuícolas de sabalitos y carpas”, continúa el posteo de la Dirección de Ambiente de Rocha.
“La preocupación y las peores conjeturas son en general reflejo de la situación ambiental que se vive históricamente en el departamento. Sin embargo, no siempre son causas humanas y es importante discernir y ser objetivos para actuar. No vaya a ser como el cuento del Lobo y las ovejas, que ante una alarma genuina luego no actuemos por suposición errada”, agrega el comunicado.
“Apenas estén los resultados del laboratorio serán divulgados. Y reiteramos el agradecimiento a quienes se contactaron con nosotros para estar informados antes de emitir opiniones sin fundamento. Esa es la genuina participación para resolver el tema”, agrega.
En febrero de 2024, se registró una aparición de miles de peces muertos en las playas de Uruguay. En esa oportunidad, la aparición de los peces muertos llamó la atención y motivó visitas específicas de científicos que procuraron obtener información para determinar las causas de la muerte: querían saber si obedecían a razones naturales o a un evento de contaminación. También el diputado Enzo Malán, integrante del Frente Amplio, se contactó con el Ministerio de Ambiente para expresar su “preocupación”, según escribió en la red social X.
Los técnicos del Ministerio de Ambiente y otros científicos independientes llegaron entonces a la conclusión de que las muertes obedecían al “frío extremo” que se registra en el agua desde junio. Guillermo Goyenoya, investigador del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Regional del Este, declaró al medio uruguayo que los eventos se están produciendo sobre el sábalo, que es una especie “poco tolerante” a las bajas temperaturas. Técnicamente se les denomina Prochilodus lineatus.
“Los sábalos presentan sensibilidad a temperaturas extremas, lo que incide directa o indirectamente en su estadio fisiológico. Las muy bajas temperaturas del agua debido a las condiciones meteorológicas (cercanas y por debajo a 10°C) que se evidencian en el territorio nacional desde el mes de junio aumentaron el riesgo de mortandad de esta especie”, señaló el experto.
Fuente Infobae
