Para que no saltaran las alarmas antilavado, los responsables de las cuentas que el lobista Jorge «Corcho» Rodríguez operó en Uruguay le informaron al Banco Itaú que recibirían dinero de «subsidiarias» de Odebrecht vinculado al proyecto para el soterrar el tren Sarmiento, según consta en los registros bancarios uruguayos a los que accedió LA NACION.
Esos mismos registros muestran que Rodríguez nunca figuró como titular o beneficiario final de esas dos cuentas en dólares y en euros abiertas desde 2012 a nombre de Sabrimol Trading, en una sucursal del Itaú en Montevideo, sino como «cliente» junto a la estrella de la televisión, Susana Giménez.
Al frente de esas dos cuentas figuraron los contadores del «Corcho» Rodríguez en Uruguay, Carlos Dentone, y en la Argentina, Osvaldo Gandini, quienes recibieron US$9 millones mediante 32 transferencias entre 2012 y 2014, y movieron esos fondos con cheques a terceros y transferencias a Santa Lucía -en el Caribe-, España y Estados Unidos, entre otros destinos.
Esos delatores indicaron que el «Corcho» Rodríguez asumió ese presunto rol delictivo a partir de la muerte de Néstor Kirchner. Pero hasta entonces, indicaron, arreglaron por el Sarmiento con Javier Sánchez Caballero, un ejecutivo de Iecsa, la constructora de Angelo Calcaterra -primo del actual presidente Mauricio Macri-, y con el entonces presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, por los dos proyectos restantes.
Dentone figuró junto a Gandini como titular de esas cuentas de Sabrimol Trading desde su apertura en marzo de 2012. Aparecieron junto al contador uruguayo, Martín Molinolo Menafra, al que desde agosto de 2014 reemplazó como tercer «beneficiario final» el abogado uruguayo Pablo Antonio Correa Calcagno.
Aunque el «Corcho» Rodríguez no figura como el titular oculto de esas cuentas, los indicios apuntan hacia él. Además del testimonio de Dentone, los registros bancarios del Itaú muestran cómo el dinero de esas cuentas también se utilizó para solventar gastos de su chacra en Punta del Este.
Esos registros también detallan que Sabrimol Trading recibió 32 transferencias por un total de US$ 9 millones entre 2012 y 2014 de cuatro firmas offshore controladas por el «doleiro» brasileño Olivio Rodrigues Junior: 16 de Klienfeld Services Ltd (por un total de US$ 5,4 millones), ocho de Innovation Research Engineering Development Ltd (por US$ 1.1 millón), siete de Select Engineering Consulting and Services (por US$ 2,1 millones), y una de Trident Inter Trading Ltd (por 314.965 dólares).
Esas cuatro firmas offshore de Rodrigues Junior -otro «delator premiado» en Brasil- integran el listado de 23 sociedades pantalla que Odebrecht admitió que utilizó para pagar sobornos en América Latina. Así, por ejemplo, Klienfeld, Innovation Research y Select Engineering también se utilizaron para pagar coimas en Ecuador y Panamá.
Pero a esas cuatro sociedades aportantes se sumaron otras: Magna International Corp Mainstreet (también utilizada por Odebrecht para coimas, según Rodrigues Junior), y las escocesas Capital Investment Enterprises LP y Latin Financial LP, además de al menos un giro del Meinl Bank de Antigua, es decir, el banco que Odebrecht admitió en Estados Unidos que compró para gestionar actividades ilícitas sin que saltaran las alarmas como hubiera ocurrido de operar con un banco independiente.
Ya con esos US$ 9 millones en las cuentas de Sabrimol Trading en Montevideo, el «Corcho» Rodríguez completó múltiples transferencias. Entre otras, al First American Title Insurance Company, al estudio jurídico de Nueva York, Jajan PLLC, a la sociedad española Momento de Inercia SL y a una cuenta en el Bank of Santa Lucia International Ltd.
Fuente: La Nación