La audiencia oral del juicio por el homicidio de Mario Agustín Salto tuvo este viernes tres testigos, quienes respondieron sobre diferentes circunstancias contenidas en el expediente.
El primero fue Jaime Pérez, productor agropecuario que mantenía un vínculo con Miguel Jiménez, quien es uno de los enjuiciados y que lo visitó cuando estaba detenido, momento que fue contemporáneo a la muerte del niño.
Posteriormente, declararon Ana María Gómez y Ramona Rodríguez, quienes fueron testigos de los allanamientos que la policía efectuó en los domicilios de Ivana Sequeira y de su hermano Rodolfo, éste último acusado como supuesto autor material del homicidio triplemente calificado de “Marito”.
El esposo de la primera de ellas, Diego Heredia, también expuso ayer en la sala de audiencias, relatando que fue testigo en los procedimientos que los investigadores realizaron en los inmuebles de Ivana Sequeira y de Ramón Rodríguez, quien también es parte de este proceso penal.
Por su parte, Maximiliano Herrera refirió lo que un joven le habría contado en relación a la supuesta participación de uno de los enjuiciados en el secuestro del niño, cuando ambos estaban detenidos en Quimilí, aunque en otra oportunidad se desdijo.
Luego declararon dos profesionales del Derecho, los Dres. Gustavo Jorge y Washington Inca Cardoso, los que mantuvieron una relación laboral con el imputado Miguel Ángel Jiménez, con quien se reunían asiduamente cuando éste venía a la capital de la provincia.
En tanto, Beatriz Pereyra, madre del procesado Rodolfo Sequeira, expuso sobre aspectos del entorno familiar y del allanamiento que efectuaron en su vivienda.
En otro orden, el Tribunal conformado por los Dres. Alfredo Pérez Gallardo, Daniela Campos Nittinger y Luis Domínguez deberá pronunciarse sobre requerimientos que efectuaron las defensas técnicas y a los que la Fiscalía se opuso.
