«La destrucción del país no solo afecta a quienes no apoyamos a tu mal llamada revolución, también afecta a quienes con todo su corazón apoyaron al presidente Hugo Chávez», agregó el ex candidato presidencial en su nota dominical que difunde a través de redes sociales.
Capriles sostuvo que Venezuela se convirtió en una «olla de presión» debido a la inflación creciente y el agudo desabastecimiento de alimentos y medicamentos.
«Cada día son más frecuentes los episodios álgidos para satisfacer la demanda de alimentos» y «en los hospitales el desabastecimiento de medicinas llegó a 95%», dijo.
«Si les quedara un poco de vergüenza no seguirían obstruyendo el revocatorio; terminen de aceptar, por alguna vez con dignidad, que las vías democráticas son las mejores para resolver los problemas», agregó.
La oposición culpa al gobierno de demorar el trámite del referendo revocatorio, un instrumento para el que la Constitución exige solamente el aval de una cantidad de ciudadanos equivalente a 20% del padrón electoral (poco menos de tres millones de personas).
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que está bajo control del chavismo, agregó a ese requisito el de presentar previamente las firmas de una cantidad equivalente a 1% del padrón (poco menos de 196.000) para poner en marcha el trámite.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entregó el 2 de este mes 1,8 millón de firmas y, pese a que el plazo para verificarlas era de cinco días, el CNE aún no cumplió esa tarea y dejó entrever que la iniciará el 2 de junio.
«Todo lo que está haciendo el CNE está fuera del reglamento», aseguró Capriles.
Ante esa situación, la MUD organizó marchas en las principales ciudades del país -el 11, el 14 y el 18 de este mes- con el objeto de protestar frente a las sedes del CNE, pero el gobierno desplegó cientos de militares y policías para impedirlo.
En la última ocasión, el miércoles pasado, los uniformados reprimieron a los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos, detuvieron a decenas de personas en varias ciudades y en Barinas torturaron a nueves, según denunció el diputado opositor Freddy Superlano.
Mientras tanto, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), también controlado por el chavismo, prohibió hoy la realización de manifestaciones en los alrededores de las sedes del CNE.
Además, ordenó a los comandantes de la Guardia Nacional (policía militar) y la Policía Nacional que adopten «las medidas de seguridad necesarias para resguardar permanentemente las sedes del CNE».
Según la oposición, el gobierno procura evitar que el referendo revocatorio se realice antes del 10 de enero de 2017, fecha en que se cumplirán cuatro años del actual mandato sexenal.
La Constitución establece que si la Presidencia queda vacante durante los primeros cuatro años, corresponde llamar a elecciones anticipadas; en cambio, si ello sucede en los últimos dos, el mandato debe ser completado por el vicepresidente.
Fuente: Telam