A casi una semana del operativo de las fuerzas de seguridad del chavismo que terminó con la vida del expolicía Óscar Pérez, quien a mitad del año pasado se había declarado en rebeldía al gobierno del presidente Nicolás Maduro , su madre reclama en medio del dolor que no pudo despedirse de su hijo.
«¿Quién le dijo a ustedes que yo quería que trasladaran a mi hijo para allá. Yo lo quiero es conmigo, conmigo es que yo lo quiero para enterrarlo donde yo quiero», reclamaba ayer Aminta Pérez luego de enterarse de que los restos de su hijo fueron trasladados a un cementerio al este de Caracas sin su autorización ni permitirle presenciar el entierro, de acuerdo con lo publicado por el diario El Nacional.
La mujer dio esta declaración a través de un video que difundió en Twitter. Horas antes se había dado a conocer que Pérez murió de un tiro en la cabeza, que de acuerdo con una legisladora de la oposición, abre la posibilidad de pensar en un ajusticiamiento.
El expolicía y otras seis personas -cuyos cuerpos también fueron transportados al mismo cementerio- fallecieron a inicios de la semana en medio de una operación de las fuerzas de seguridad de Venezuela.
Por su parte, Aura Pérez, tía del expolicía, dijo a un portal de noticias que su sobrino fue sacado sin su autorización de la morgue y llevado a un cementerio para enterrarlo en privado. Mientras daba esta declaración, la mujer iba a bordo de un vehículo para tratar de llegar al cementerio donde estarían los restos, aunque el camposanto había sido tomado por guardias con equipos antimotines.
La presidenta de la comisión parlamentaria que investiga el caso, la diputada opositora Delsa Solorzano, también aseguró que no se informó de la situación a las familias y a través de un video en su cuenta de Twitter señaló que las fuerzas de seguridad impedían el acceso de las personas cercanas a los fallecidos para presenciar el entierro.
Protestas contra Maduro
Al grito de «¡Óscar Pérez vive!», cientos de personas y familiares de los fallecidos se manifestaron en la entrada del cementerio para protestar contra la acción de las fuerzas de seguridad mientras algunos gritaban insultos a un grupo de militares.
Según la autopsia de Pérez, que fue difundida por medios locales, la causa de la defunción fue un «traumatismo craneoencefálico severo (…) herida por arma de fuego disparado a la cabeza».
Las autoridades no ofrecieron hasta el momento comentarios sobre la causa de la muerte de Pérez y las otras seis personas, entre ellas una mujer, que perecieron el lunes pasado durante un enfrentamiento con militares y policías. La operación ocurrió en la barriada pobre de El Junquito, al oeste de la capital, donde el expolicía estaba escondido.
La muerte de Pérez, de 36 años, y sus seis acompañantes fue confirmada esta semana por el ministro de Relaciones Interiores, mayor general Néstor Reverol, quien identificó el grupo como «célula terrorista». En la operación de desmantelamiento murieron dos policías, uno de ellos vinculado al grupo prooficialista «Tres raíces», y otros ocho resultaron heridos.
Pérez se dio a conocer a mediados del año pasado tras atacar, desde un helicóptero que robó a la policía judicial, las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y el Tribunal Supremo de Justicia.
Seis meses después, el expolicía -que envió varios mensajes a través de las redes sociales para llamar a una rebelión contra el gobierno- y algunos miembros de su grupo asaltaron un comando de la Guardia Nacional, en las afueras de la capital, y robaron unos 26 fusiles.
Tras esa acción Maduro ordenó a las fuerzas de seguridad intensificar la búsqueda y captura del grupo de Pérez, que se concretó el 15 de enero.
La Nación