Al cumplirse el 5° Aniversario de la Beatificación de Mama Antula, la gruta -emplazada en el barrio que lleva su nombre- fue el lugar elegido para celebrar la Santa Misa que fue presidida por Obispo Vicente Bokalicy que estuvo concelebrada por el padre Gastón Cuello de la parroquia Cristo Rey.
Utilizando el mensaje de la Beata Mama Antula «Quisiera andar hasta donde Dios no es conocido para hacerlo conocer», el obispo invitó a los fieles a ser una iglesia en salida. «Cuando el amor de Dios entra en nuestro corazón vienen los cambios».
Durante su homilía destacó también: «Cuando llega el dolor a nuestro hogar nos cuesta descubrir a Dios; ese que nos enseñó con palabras y gestos como el de enviar a su hijo. El Padre quiere que encontremos el camino de la plenitud; quizás en ese caminar a veces nos sentimos débiles pero él nos ayuda a seguir adelante pese a las adversidades».
«En todo esto creía fielmente María Antonia, nuestra Mama Antula, quien no tuvo una vida fácil porque le tocó enfrentar a una sociedad que menospreciaba a la mujer; pero ella se llenó del amor de Dios. En su pobreza, marginación, pese al cansancio, ella sentía que Dios la había elegido y transformaba todo ese dolor en valor para vencer peligros y dificultades», expresó.
Más adelante señaló que, «su misión era invalorable, sentía el sufrimiento y el dolor de aquellos que no conocían el amor de Dios y quería acercárcelos. Sabía que en las horas más difíciles él estaba. Creamos sin ver porque nada tiene sentido ni valor si no tenemos fe. Ojalá su testimonio nos ayude a vivir en el amor de Dios, que podamos sentirlo profundamente en el corazón y compartir esa riqueza con aquellos que aún no lo conocen».
Respecto a la obra de Mama Antula indicó: «Ella salió a caminar llevando sus ejercicios espirituales y ante todo esperanza. Pidamosle a ella que tengamos iniciativas y seamos esa iglesia en salida porque cuando el amor de Dios entra en nuestro corazón vienen los cambios. Si hacemos ese camino de dar Dios será mucho más generoso con nosotros; por ello con la cruz -signo del amor- sigamos caminando».
