La ola de violencia en Haití va en aumento, ahora con el principal líder pandillero prometiendo luchar contra el Gobierno de Airel Henry y las instituciones que a él responden, hasta conseguir derrocarlo.
Jimmy “Barbecue” Chérizier sostuvo este viernes que no cesará en sus intentos de sacar del cargo el mandatario y pidió al pueblo mantenerse lejos de las calles para evitar consecuencias indeseadas producto de las agresiones.
Estas advertencias se dieron pocos días después de que el pasado 7 de febrero Henry se negara a abandonar el Gobierno tal como establecía el acuerdo político alcanzado dos años atrás, tras la muerte del entonces presidente, Jovenel Möise.
“El principal trabajo de un Gobierno de transición es crear las condiciones para poder organizar elecciones con el fin de dar al pueblo haitiano su legítimo derecho a elegir libremente a los hombres y mujeres a los que quiere entregar la dirección del país a todos los niveles”, agregó aquel día en su alocución de diez minutos en la que, no obstante, evitó mencionar el acuerdo alcanzado con el arco político y la comunidad internacional.
En su lugar, llevó el foco a la necesidad de conseguir el envío de una fuerza internacional que intervenga el país y permita restaurar la paz. En las últimas horas, durante una conferencia en Nairobi, Henry pidió a la ONU aumentar sus esfuerzos para conseguir una “cooperación internacional para restaurar la paz física para nuestro desarrollo económico”, a lo que el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarruc, respondió que ya se ha aprobado el envío de 1.500 militares para la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia.
Sin embargo, mientras en el plano diplomático tenían lugar estas declaraciones, en la isla centroamericana los ataques no cesaban. Este jueves, cuatro oficiales de la policía resultaron muertos en un ataque a tiros en Puerto Príncipe.
“La situación de ayer fue horrible. El centro de la ciudad estaba en guerra”, dijo un vecino que presenció la escena de decenas de personas huyendo de comunidades, locales y escuelas.
Este viernes, la capital pareció amanecer en un clima de mayor calma, con la gente tímidamente intentando volver a sus rutinas. No obstante, la Policía Nacional anunció una protesta para la tarde, en reclamo por la muerte de sus cuatro colegas.
“La policía necesita más equipo para enfrentar la situación”, reclamó el vocero Garry Desrosiers que precisó que, en general, los oficiales se ven superados en número y en armas por estas bandas criminales.
(Con información de AP, EFE y Reuters)
Fuente Infobae