La operación «Aletheia» lanzada este viernes por la madrugada tras las órdenes del juez Sergio Moro han llevado al ex presidente Lula da Silva ante la justicia para declarar sobre los presuntos beneficios que él y su familia habrían obtenido de modo ilegal gracias a contratos de la compañía estatal Petrobras.
La medida conmocionó a Brasil y generó la inmediata reacción de manifestantes a favor y en contra de Lula, que se concentran cada vez en mayor número frente a la casa del dirigente del Partido de los Trabajadores en Sao Bernardo do Campo, en el cordón industrial de San Pablo.
Allí no tardaron en desatarse incidentes que incluyeron intervenciones de fuerzas de seguridad, quienes intenta contener las peleas entre seguidores y críticos de Lula.
Mientras un seguidor de Lula da Silva con la remera del PT mira detrás, un detenido es controlado por los oficiales
Reuters
Más de 200 oficiales y 300 funcionarios judiciales participaron del operativo que se inició a las 6:00 AM, cuando en la casa de Luiz Inácio da Silva sonó el timbre. Era la policía, para llevarlo a declarar compulsivamente por orden de Sergio moro, el juez de la causa Lava Jato.
La medida se repitió en otros 10 domicilios e incluyen a Fábio Luiz, o Lulinha, hijo del ex presidente de Brasil y padrino político de la actual mandataria, Dilma Rousseff.
Lula da Silva fue trasladado por la policía al aeropuerto de Congonhas, desde donde se especula que irá a Curitiba. Allí lo espera Moro para tomarle declaración. Algunos especulan que el trámite podría llevarse a cabo en la sede de la Policía Federal de la estación aérea, pero esto no se ha confirmado. Mientras tanto, en la puerta de su casa continúan los incidentes.