Virginia Raggi, candidata del Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema), fue elegida este domingo alcaldesa, y se constituye, así, como la primera en la historia de Roma, un resultado que supone un duro revés para el Partido Demócrata (PD), del jefe del Gobierno Matteo Renzi.
Los resultados parciales, con el 80% de los colegios electorales escrutados, dan a esta abogada de 37 años alrededor del 67,2% de los votos, muy por delante de Roberto Giachetti, el candidato del PD (centroizquierda).
Raggi representa al partido antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S)fundado por el humorista Beppe Grillo en 2009. En la primera vuelta había obtenido 35% de votos.
En Turín (noroeste), otra novata del MS5, Chiara Appendino, de 31 años, destronó con cerca de 54% al experimentado alcalde saliente Piero Fassino, una figura del PD.
En cambio, en Milán (norte), la capital económica del país, el candidato del PD, Giuseppe Sala, ganó con más del 51% de los votos, según resultados casi definitivos.
Raggi declaró ante la prensa que éste es «un momento histórico que marca un giro: por primera vez una mujer llega a la alcaldía de Roma, en una época en la que la igualdad de oportunidades sigue siendo una quimera».
Se comprometió a «devolver legalidad y transparencia a las instituciones después de 20 años de abandono y de Roma Capitale», el nombre de una red de corrupción revelada en 2014 en la capital italiana. «Ahora, a trabajar, hay tantos problemas [, pero] estoy lista para gobernar», añadió.
Nacida en Roma, Raggi entró en política hace sólo cinco años, seducida por el discurso radical del M5S, que juró, como otros partidos en Europa, acabar con los políticos tradicionales. Elegida como consejera municipal en 2013, esta jurista licenciada en la universidad de Roma y especializada en propiedad intelectual, se dio a conocer rápidamente por su elocuencia y su obstinación.
Raggi convenció a los romanos a pesar de su seriedad durante la campaña. En un debate televisado supo aguantar con la mirada dura y el rostro cerrado las críticas incesantes de su adversarios y no fue hasta el final que lanzó un mensaje que parece haber llegado a mucha gente: «Si quieren que todo siga igual, voten por ellos».
Estos resultados confirman el avance del M5S, un movimiento fundado en 2009 y que en 2013 se convirtió en segundo partido de Italia, con el 25% de los votos en las legislativas, con un discurso de denuncia sistemática de la corrupción política.
La denuncia de la corrupción ha sido el leitmotiv de Raggi, que sin embargo no ha dado muchos detalles de su programa para reducir la enorme deuda de la ciudad (12.000 millones de euros) ni sobre su futuro equipo.
Esta última cuestión es clave, porque el M5S no tiene políticos experimentados, algo que se ha notado en su gestión en las ciudades que ya gobierna, como Parma o Livorno.
Ahora al frente de la capital italiana y de Turín, el Movimiento 5 Estrellas tendrá que demostrar que es capaz de hacerlo, más aún tomando en cuenta que ambiciona algún día gobernar el país.