Carlos Bilardo volvió a ser internado en la clínica Sagrada Familia de Belgrano debido al síndrome de Hakim Adams y su pronóstico es reservado. El extécnico de la Selección Argentina había sido operado días atrás, cuando le colocaron una válvula ventriculoperitoneal.
Es la segunda internación del excampeón del mundo en lo que va del año. El 31 de mayo, ingresó a la clínica por un cuadro «confusional transitorio» y recibió el alta médica el 19 de junio.
El síndrome de Hakim Adams, también conocido como hidrocefalia normotensiva, es una enfermedad neurodegenerativa común entre los hombres mayores de 60 años.
«Los estudios realizados en nuestra institución han demostrado una dilatación ventricular en su cerebro, sugestiva de síndrome de Hakim-Adams. Se evaluará la necesidad o no de hacer un tratamiento específico (colocación de válvula de derivación ventricular), en los próximos días», sostuvo uno de los primeros informes médicos de la clínica.
Luego de confeccionar el diagnóstico, a Bilardo le colocaron la válvula. El dispositivo debía lograr que el líquido acumulado salga del ventrículo donde estaba alojado, pase por la válvula y se dirija al abdomen. Una vez allí, el peritoneo será el encargado de reabsorberlo.