Mientras Mauro Icardi dirime su llegada al Real Madrid, un enorme paso en su carrera futbolística, una nueva tormenta se asoma en su horizonte sentimental. Y la protagonista de una y otra situación es la misma: Wanda Nara. Sucede que la rubia es, a la vez, la representante y la esposa del goleador. ¿O su ex…?
Sucede que distintos medios de Italia (país adonde se desempeña Mauro, siendo el 9 del Inter) y España (su próximo lugar de residencia, si es que firma con la Casa Blanca) ya anuncian la separación de los padres de las pequeñas Francesca e Isabella Icardi. Y en estos tiempos de redes sociales, las pistas -tan virtuales como precisas- se leen en Instagram.
Una frase que Icardi tomó de Gustavo Cerati, «Poder decir adiós es crecer», y posteó en su cuenta. Y que acompañó con un «Chau, chau», a lo Mirtha Legrand. Si bien primero se especuló con que el rosarino hablaba de su despedida del equipo de Milán, donde es capitán y figura, en verdad se trataría de un saludo para Wanda.
Por su parte, hace unas horas la blonda acompañó con una frase una de las fotos que realizó en una producción en Buenos Aires: «La medida del amor se mide con la distancia», advirtió. Tras ese mensaje, Mauro dejó de seguirla en Instagram. Clarito.
La mayor de las hermanas Nara se encuentra en Argentina cumpliendo con distintos compromisos laborales. Y su paso la dejará, sin dudas, con sinsabores: el domingo participó de un programa especial con Gerardo Rozín que le valió unas críticas al aire de Moria Casán , y un enfrentamiento que luego se dirimió en las redes. Antes de regresar a Europa -lo dicho- hizo una producción muy sexy:
En Italia la sigue esperando Icardi. La recibirá con los brazos abiertos cuando hablen de trabajo (¡nadie como ella para negociar sus contratos!), ¿pero con un frío apretón de manos en su casa? Eso parece…
