El Gobierno está lanzado a un verdadero raid con los gobernadores para acordar cuanto antes los términos del ajuste fiscal que tienen que hacer las provincias en el Presupuesto 2019. No los corren tanto los tiempos parlamentarios, ya que alcanzaría con que ingresara en el Congreso a mediados de setiembre, como la decisión de dar un mensaje claro a los mercados.
Hoy fue el turno de Lucía Corpacci (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones). Ayer de Sergio Uñac (San Juan). Y el lunes estuvieron Omar Gutiérrez (Neuquén) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Y se esperan nuevas visitas para la semana próxima, aunque nadie quiere dar los próximos nombres. «Esto es un día a día», aseguran.
Un acuerdo macro, que muestre al oficialismo y la oposición con responsabilidades de gobierno con la vocación de poner las cuentas públicas en un camino cierto de sustentabilidad, sería ideal. Si no, se explicó en Casa Rosada, «lo que importa es mostrar que la reducción del déficit es nuestra prioridad absoluta»
«Lo principal, para nosotros, es que quede claro que vamos a cumplir con las metas fiscales con o sin acuerdo político, porque es lo que nos pidió el Presidente. Si lo podemos hacer con acuerdo, mucho mejor. Si no, vamos a cumplir igual, porque gestionaremos con el presupuesto vencido», dijo una fuente del Ministerio del Interior.
Agregó: «Nuestra voluntad es llegar a un acuerdo porque eso es lo que nos va a permitir mostrarnos hacia afuera y hacia el conjunto de la sociedad con un mensaje muy positivo, de mucha fuerza; es obvio que tiene otro impacto acordar, pero si no es posible, seguiremos adelante igual, porque lo principal es que quede claro que vamos a cumplir con las metas fiscales».
«Vamos masajeando el consenso», dijo uno de los funcionarios dedicados a la negociación. No lo ve tan sencillo, ni tan rápido, pero sí evalúa que hay coincidencia en que el momento que está pasando la Argentina exige responsabilidad en la toma de decisiones. Más adelante, si se logra cerrar el acuerdo macro, habrá una foto de todos los mandatarios en Casa Rosada. Pero todavía falta mucho.
Mauricio Macri, obviamente, los apura. Los gobernadores introducen su propia agenda, para que el Gobierno nacional le sume a su propio ajuste otro más, como la idea de que las compañías eléctricas Edesur y Edenor pasen a jurisdicción de CABA y provincia de Buenos Aires, haciéndose cargo también de implementar el ajuste de tarifas.
Por eso todo puede demorarse. «Apenas estamos preparando el terreno para la negociación formal por el Presupuesto del año próximo, todavía reuniones preliminares, no podemos avanzar hasta que no cerremos con María Eugenia (Vidal) y con Horacio (Rodríguez Larreta), que están en el ojo de la tormenta, porque el peronismo los puso ahí» por los subsidios que la Nación transfiere en materia de transporte y generación de energía.
Mientras tanto, se supo que Frigerio está repasando obra por obra de infraestructura urbana, hídrica, vivienda y pavimento, que son las que están en la órbita del Ministerio del Interior, para normalizar los pagos entre julio y agosto de todas. «Lo pidió el Presidente», dijo un vocero del área. Se supo, además, que en algunos casos se firmaron convenios para nuevas obras, como es en el caso de la reunión con Corpacci, donde se acordó la refacción de una iglesia por 7 millones de pesos o con Bordet, con quien se firmó un convenio para dos localidades de Entre Ríos por 120 millones de pesos.