Yanina Latorre tiene acostumbrado a su público a mostrarse muy filosa y crítica con otras figuras del medio frente a cámara. Sin embargo esta vez sorprendió al exhibir su perfil más sensible y contar una dramática historia familiar que la consterna hasta la actualidad.
Este lunes en «Los Ángeles de la Mañana» recordó cómo vivió su infancia y adolescencia. Al respecto relató: «Mi vida fue un infierno con mi papá alcohólico. Mi papá tenía doble personalidad… De día era exitoso, ganaba mucho dinero, era divino. Pero a la noche tomaba, se tomaba una botella de whisky por noche… ¡Llegó a tomarse los frascos de perfume!».
«Mi mamá es lo más, con muy pocas herramientas porque no terminó el colegio, me sacó adelante. Soy lo que soy gracias a ella. Cuando Diego (Latorre) me metió los cuernos me dolió más por ella que por mí porque yo quería darle a ella una hija perfecta. Como su vida fue tan imperfecta… por eso yo estudié tanto, cuido tanto a mis hijos y perdoné a Diego, porque yo necesito que mi mamá sea feliz», continuó entre lágrimas.
A su vez, Yanina contó que a sus 12 años tuvo que salir a trabajar para ayudar a su mamá. «Mi papá era sobrino de Aramburu, de alta alcurnia. Se hizo alcohólico y nuestra vida fue un tormento. De día era un ser brillante, y de noche tomaba, pero no era violento», expresó.
De pronto, Ángel de Brito sorpendió a su «angelita» con un llamado telefónico de Dora, su madre. «No quiero que sufra mi hija, es muy sensible. Yo estoy acostumbrada a la lucha, todo lo que tengo lo gané luchando. Ella tiene que estar bien, el padre era un buen tipo y bueno, es muy difícil… Lo perdoné, es el hombre que más amé sobre la Tierra. ¡No quiero que ella sufra!».
«Me separé de él cuando tenía 45 años. Tomaba alcohol fino porque le rompía la botella de whisky. Era muy buen tipo, igual. Nos peleábamos, pero cuando alguien está alcoholizado no hay respuesta. Hace siete años que murió. Era un buen hombre, pero estaba enfermo», concluyó.