A pesar de la ausencia de dos de sus principales figuras, el elenco español no tuve demasiados inconvenientes para superar la semifinal en Yokohama y se enfrentará ante el elenco de Núñez en la final.
Sin Lionel Messi, ausente por un cólico renal detectado en la noche previa al choque, y con Neymar con una lesión fibrilar, Barcelona superó por 3 a 0 a Guangzhou Evergrande de China con tres tantos de Luis Suárez.
El rosarino fue medicado por los intensos dolores y se espera su evolución para determinar si podrá estar presente en el compromiso final en Japón, donde los catalanes buscarán su quinto título de la temporada.
Las ausencias no modificaron la idea de juego del elenco español pero le quitaron explosión y desequilibrio en ataque en el primer tiempo, tras el primer gol todo fue más sencillo y los dirigidos por Luis Enrique consiguieron una goleada justificada en el juego.
Suárez se convirtió en el primer futbolista en convertir tres goles desde que el torneo se juega con el formato de Mundial de Clubes e igualó lo hecho por Pelé en la Intercontinental de 1962. Además, el uruguayo suma 22 tantos en 23 encuentros esta temporada.
Desde el comienzo Barcelona tomó la iniciativa, con presión en campo rival y recuperaciones rápidas fue encerrando a su adversario, que aceptó el rol defensivo y solo intentó inquietar a través de contraataques y pelotas paradas.
En la primera etapa, el Guangzhou sufrió la lesión del lateral izquierdo Zheng Zou, que sufrió una fractura en su pierna izquierda tras un forcejeo con Dani Alves y debió abandonar el campo de juego a los 31 minutos.
Los catalanes no reflejaban su dominio en situaciones de peligro y carecían de profundidad, solo un tiro libre de Rakitic que dio en la barrera y un mano a mano que Munir no pudo definir ante la salida del arquero, fueron las únicas situaciones de peligro hasta el tanto de Suárez.
A los 38′ un remate del croata que el portero chino no pudo controlar le dio la posibilidad a Luis Suárez de abrir el marcador. Tras el gol se vio lo mejor del Guangzhou, que intentó ir al ataque y contó con algunas pelotas paradas, en una de ellas un buen cabezazo deElkeson obligó a una estirada salvadora de Claudio Bravo, pero fue la única llegada de los asiáticos.
En el complemento fue todo del conjunto «Culé», el uruguayo volvió a anotar cuando se jugaban cuatro minutos tras un pase filtrado de Andrés Iniesta y liquidó el encuentro cuando todavía faltaba todo una etapa.
Ese tanto fue determinante. Barcelona quebró a su adversario y contó con ocho situaciones para ampliar el marcador hasta que Luis Suárez de penal liquidó el pleito. El elenco catalán disputará su cuarta final, con dos triunfos y una derrota en 2006 sin Messi ante el Inter de Porto Alegre.
El historial entre River y Barcelona está igualado con un triunfo por lado, tras dos encuentros amistosos disputados en la década del 1960. El domingo disputará la copa del Mundial de Clubes desde las 7.30.
