Con el resultado 1 a 0 en contra, con sus dos volantes de contención amonestados y con poco peso ofensivo, Marcelo Gallardo decidió salir a jugar el segundo tiempo con dos modificaciones pero los resultados no fueron los esperados y las críticas no tardaron en llegar.
El entrenador de River envió a la cancha a «Lucho» González y Gonzalo Martínez por Leonardo Ponzio, quien tenía amarilla por reiteración de faltas, y Rodrigo Mora, que estuvo poco participativo en los primeros 45 minutos.
«Busqué tener un mejor control de pelota con «Lucho», y darle velocidad en el ataque con Martínez, para que acompañara a Viudez, que era el mejor nuestro. La idea era tratar de hacerlos dudar a ellos, pero el segundo gol viene de un error nuestro en ataque y ahí se nos hizo difícil», explicó Gallardo tras la derrota por 3 a 0 ante Barcelona.
El gol de Suárez a los 52 minutos de juego liquidó las esperanzas de River y los cambios despertaron la polémica en los hinchas. La jugada del segundo tanto comenzó tras una mala entrega de Sánchez a González, y ya sin Ponzio quedó un hueco en el centro del campo que Busquets aprovechó para habilitar al uruguayo.
En las redes sociales, los simpatizantes expresaron sus críticas a las modificaciones aunque respaldaron al DT. Mayormente se le achacó la falta de poder ofensivo y que fueron apresurados los relevos.
Igualmente con esos cambios, Gallardo consiguió que su equipo tuviera en el complemento más tenencia de la pelota. En el primer periodo, Barcelona dominó casi el 70% del tiempo el balón, mientras que en el segundo tiempo lo hizo en el 59%.
«Lucho» González ingresó desde el banco en los dos partidos de River en el Mundial de Clubes y en ambos fue el eje de su equipo. Ante los catalanes, el elenco fue superado y con menos recuperación y espacios para jugar, los «Culé» impusieron su superioridad.
Martínez tuvo una de las jugadas más claras de la final para el «Millonario» con un remate que tocó Claudio Bravo y dio en el poste. A pesar de que estuvo movedizo, el volante no logró ser determinante en ataque.
Ya con el 2 a 0 abajo, Gallardo volvió a mover el tablero. Por algunas dificultades físicas sacó a Tabaré Viudez y mandó a la cancha a Sebastián Driussi, que tuvo una actuación con poco protagonismo en Yokohama.
