Los daños permanentes que causa la marihuana

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Por años se insistió en relativizar sus daños y negar por todos los medios que genere dependencia. Se la intentó ubicar en la vereda de enfrente de las llamadas drogas «duras» y desmitificar aquello de que constituye «la puerta de entrada» al mundo de las adicciones.

Sin embargo, hoy se sabe que la marihuana es la droga ilegal más utilizada y que las consecuencias de su consumo no son tan «inocentes» como se creía. Y la tendencia señala que la marihuana está cerca de superar el consumo de tabaco, en curva descendente a partir de prohibiciones y barreras sociales que desalientan a los fumadores.

Con casi 182 millones de consumidores, se trata de la droga más consumida del mundo, seguida por los estupefacientes sintéticos, incluidas las anfetaminas y el éxtasis, con 52,7 millones. Le siguen los derivados del opio con 48,9 millones de consumidores, y la cocaína con 17 millones.

Según el Informe Mundial sobre las Drogas de la ONU, hasta 246 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron estupefacientes ilegales, lo que supone una de cada 20 personas de edad adulta. Uno de cada diez consumidores tiene serios problemas de drogodependencia, la mitad de ellos por sustancias inyectables.

El director general de ONUDD, Yuri Fedotov, estimó que la cifra total de fallecimientos es prácticamente la misma que en años anteriores.

Por regiones, Asia registró 81.100 fallecimientos, América del Norte 43.300, África 37.800, Europa 16.900, América Latina y el Caribe 6.000, y Oceanía 2.000.

El VI Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) dejó en evidencia que más del 15% de los estudiantes secundarios había probado alguna vez en la vida marihuana, y cerca del 12% consumió esta sustancia durante el último año. Las mujeres consumen menos que los varones: cerca del 20% de varones probó alguna vez en la vida y un 13,5% consumió durante el último año, mientras que entre las mujeres estos porcentajes se reducen al 13% y el 10% respectivamente, según el estudio.

No obstante esta diferencia, es importante aclarar que entre las mujeres el consumo de marihuana muestra una tendencia ascendente en el último quinquenio (2009-2014).

Pese a lo que se cree, los efectos de la marihuana en las funciones mentales, incluidos el aprendizaje y la memoria, pueden durar mucho más allá de la primera sensación luego del consumo. Y esto se debe a que puede tomar mucho tiempo al cuerpo eliminar la marihuana y sus efectos; las funciones cognitivas de una persona pueden ser afectadas por más de un día incluso después de una dosis única.

Los efectos sobre el cerebro

Los efectos de la marihuana en las funciones mentales pueden durar más allá del consumo
Shutterstock

Quizás el mayor descubrimiento en la investigación sobre cannabinoides fue el descubrimiento de un receptor cannabinoide en el cerebro. En los últimos años, hubo un notable incremento de los estudios sobre los receptores cannabinoides naturales del cerebro y de los químicos que el mismo produce para interactuar con ellos (los «endocannabinoides»). Si bien la investigación es reciente, parece ser que reveló que cumplen un rol importante en funciones como el aprendizaje, control de la ansiedad, y quizás sobre la reacción ante otras drogas, como el alcohol.

Debido a que el cerebro proporciona sus propios receptores cannabinoides, también debe proveer su propio compuesto para activar dichos receptores. Anandamine (el nombre proviene de ananda, la palabra sánscrita que significa felicidad) es uno de los compuestos que se encuentra naturalmente en el cerebro que se une con los receptores cannabinoides.

Existe otro que se denomina 2-AG, que también activa los receptores THC que están en el cerebro y se encuentra presente en cantidades que superan en 170 veces a la anandamida.

Estudios muy recientes sobre animales demostraron que los efectos del THC son bastante diferentes en adolescentes en comparación con los adultos. Por ejemplo, en lo que respecta al aprendizaje y a la memoria, el THC afecta la capacidad de aprender en animales adolescentes de forma más potente que en animales adultos. Además, el THC produce menos efectos secundarios desagradables como la ansiedad y aversión en los adolescentes que en los adultos. Por ende, si los efectos negativos del THC afectan menos a los adolescentes, éstos pueden encontrar más placentero el uso de THC que los adultos, incrementándose así el riesgo en adolescentes por el uso más frecuente y las consecuencias negativas que puedan aparecer, como al mezclarlo con alcohol.

Pese a que algunas personas creen que la marihuana no perjudica su habilidad para conducir un vehículo, la evidencia científica es que sí lo hace. La disminución en la atención y concentración que produce la marihuana hace que operar cualquier tipo de maquinaria pesada se vuelva peligroso.

Estudios de laboratorio con simuladores de manejo mostraron que la marihuana daña significativamente las capacidades de concentrarse y efectuar correcciones.

El corazón, el afectado menos pensado

Si bien los daños más difundidos del consumo de marihuana tienen que ver con las funciones cognitivas, la memoria y las habilidades motoras –especialmente en el tiempo inmediato posterior al consumo–, un paper científico publicado en el journal de la American Heart Association con el aval de la American Stroke Association vinculó el consumo adictivo de cannabis con la existencia de complicaciones vasculares, sobre todo en la franja de consumidores más jóvenes. El estudio detectó haber observado 35 complicaciones cardiovasculares luego del consumo adictivo de cannabis en adultos jóvenes, entre los 18 y los 40 años.

El estudio «Cannabis use: signal of increasing risk of serious cardiovascular disorders» publicado recientemente en el Journal of the American Heart Association (JAHA) se trata de una investigación que recopiló la observación de farmacovigilancia en adicciones basada en la información científica que aportó la red francesa Addictovigilance, con sede en París, Francia.

En el país galo, los casos graves de abuso y dependencia del uso de sustancias psicoactivas deben ser reportados al sistema nacional francés Addictovigilance. Este estudio específico sobre cannabis incorpora para arribar a sus conclusiones los informes de las complicaciones cardiovasculares relacionadas con el consumo de cannabis recogidos por Addictovigilance, entre los años 2006 y 2010.

Durante ese período –de 2006 a 2010– se registraron 1.979 informes espontáneos (casos) relacionados con el cannabis, de los cuales 35 correspondieron a complicaciones cardiovasculares (ver cuadro abajo). Durante ese mismo período, el porcentaje de complicaciones cardiovasculares relacionadas con el cannabis aumentó de 1,1% en 2006 a 3,6% en 2010.

En esa misma línea investigativa, análisis de laboratorio demostraron que fumar marihuana incrementa el ritmo cardíaco y que este incremento es de un rango general de 20 a 30 latidos por minuto. Los fumadores (que fuman con relativa frecuencia) desarrollan cierto grado de tolerancia a este efecto, pero incluso algunas personas con tolerancia experimentan incrementos sustanciales en el ritmo cardíaco después de fumar. Se realizaron varios estudios que demuestran que la marihuana también incrementa el ritmo cardíaco y baja la eficiencia del bombeo del corazón al hacer ejercicio –esencialmente incrementando el trabajo del corazón.

Los fumadores frecuentes generalmente reportan sentir menos el efecto que los fumadores no frecuentes luego de fumar un cigarrillo de marihuana o tomar THC oral. Es probable que los fumadores frecuentes asocien el efecto con los varios estímulos ambientales que rodean el acto de fumar.

¿Qué ocurre a largo plazo?

Dado que la marihuana permanece en el cuerpo (y en el cerebro) mucho tiempo, es importante conocer cuánto tiempo la memoria (y otras funciones cognitivas) pueden ser afectadas. De ahí la importancia que adquirieron recientes investigaciones que demostraron que los efectos residuales de la marihuana en las funciones cognitivas permanecen por más de 48 horas.

De hecho, según los estudios, una persona que fuma marihuana con cierta regularidad es probable que nunca esté totalmente libre de los efectos en su pensamiento o resolución de problemas, viviendo de manera constante en un estado de «compromiso cognitivo».

En ese sentido, los grandes consumidores mostraron tener mucha menos flexibilidad mental en la resolución de problemas que los consumidores leves. Asimismo, los grandes consumidores mostraron un deterioro en su memoria, aunque este problema no quedó en evidencia en todos los tests de memoria que les fueron tomados.

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