"Hoy hay un divorcio entre la escuela y la familia"

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En la última semana se registraron tres graves agresiones contra docentes por parte de padres y alumnos. Los motivos que alegaron oscilaron entre el descontento por las bajas calificaciones y las advertencias que recibieron por la conducta de sus hijos.

El primero de los casos ocurrió en Pergamino y luego sucedieron otros dos en Tres Arroyos y en La Matanza (ver puntos importantes).

Es evidente que en estos años hubo un quiebre en las normas de respeto que hicieron que las figuras del maestro, profesor, director, rector de escuela dejen de ser valoradas como lo fueron durante siglos. Muchos alumnos ya no llegan a clase con la manzana roja lustrada en el bolsillo: el trueque fue por armas, paco o «ravioles»…

Son los menos, como siempre, quienes logran ejecutar acciones lo suficientemente graves como para perjudicar a muchos.

Sergio Romero, secretario de la Unión Docente Argentinos dijo a Infobae.com que, según las propias estadísticas, «de cada 5 licencias que los docentes se piden, 3 de ellas son por problemas psiquiátricos».

Los hechos de violencia se repiten a diario y cada día algún docente del país es víctima de agresiones que llegan sin mediar palabras o con excusas increíbles como una mala nota o algún tipo de «problema»que ya no queda adentro del aula.

«Estamos trabajando hace mucho con este tema, pero no son hechos aislados, sino que se suceden a diario. Venimos haciendo un análisis desde hace mucho», aseguró Romero.

El titular de UDA habló de la «lamentable» lista que Argentina encabeza: «La Unesco nos ubica en un lamentable primer lugar en materia de violencia escolar en América Latina».

El último estudio del organismo concluyó que el país lidera el ranking de insultos y agresiones físicas en los colegios, hechos que repercuten en el desempeño académico de los alumnos.

Precisamente con el fin de modificar la pobre ubicación del país en la lista, la Unión Docentes Argentinos presentó ante el Congreso un proyecto de ley para erradicar la violencia en el ámbito escolar, «como ocurrió en Perú», ejemplificó Romero.

El Congreso de ese país aprobó una normativa para combatir el bullying en los colegios, para lo que cada institución deberá contar con un psicólogo y un «registro de incidentes» para contabilizar las agresiones acontecidas y cómo se disciplinó a los alumnos involucrados.

El proyecto de ley de UDA prevé la «creación del equipo coordinador interdisciplinario centralizado para la erradicación de la violencia en el ámbito escolar» y tiene por objeto «promover en las escuelas estrategias adecuadas para atender los conflictos de convivencia y violencia a través de la creación de equipos interdisciplinarios a nivel nacional, provincial y zonal conformados por representantes de los sindicatos docentes miembros de la paritaria nacional y por entidades representativas de psicopedagogos, psicólogos, asistentes sociales, médicos y abogados», explicó Romero.

Y apunta al bienestar dentro y fuera del aula, para revertir la situación actual: «El docente está desprotegido, no tiene espacio que lo prepare para afrontar esta situación. Debe educar sin miedo y generar ese clima en el aula», aseveró el secretario de UDA.

El respaldo, sin dudas necesario, para lograrlo radica en la familia: el eje principal de la educación de cada uno de sus hijos. «La familia debe volver a involucrarse en la escuela, debe acompañar al docente porque éste está solo ante los conflictos. Hoy se está dando un divorcio entre la escuela y la familia, se deben dar las condiciones necesarias en ella porque se está rompiendo la relación y pasa por momentos no deseados», lamentó Romero.

Cuando el respeto no dice «presente»

«El núcleo familiar es el centro más pequeño de la sociedad y gran parte de nuestras dificultades comienzan ahí, en la familia. Si los padres no disciplinan a sus hijos, éstos se vuelven irrespetuosos, en menor o mayor medida. Pero si tienen una formación sólida con principios morales y éticos en donde el respeto a los demás sea el principio entre ellos, así actuarán en cada situación de su vida», aseguró a Infobae.com la licenciada Mariela Goldszmidt (MN 29900), integrante del equipo profesional del Instituto de Psicología Argentino.

En este contexto se comprende que si el niño no recibe buena educación en su propìo hogar, tomará en su vida cotidiana ese ejemplo: «Si entre la familia no se descalifican ni se hieren, no se insultan ni se humillan, el niño aprenderá a tener respeto hacia el otro. Después llevará esa enseñanza a cualquier relación fuera del núcleo familiar».

Qué queda en un niño que ve a uno de sus padres, prinicpal figura a imitar, agrediendo, insultando o hasta golpeando a otra persona. Seguramente repetirá la misma situación en la primera oportunidad, porque en voz de la psicológa «no podemos pedir a las futuras generaciones lo que a nosotros nos cuesta hacer».

La primera tarea de los padres es educar, estar al lado del niño en su etapa de aprendizaje, contenerlos cuando las cosas no salen bien.

No puede quedar fuera de esa tarea el inculcar valores éticos y morales, formando a un ser, sobre todo, un ser humano con la responsabilidad de respetar a cada uno de los otros seres que se cruce en su camino.

La decisión de ir por el buen o mal camino está en cada uno, siempre y cuando no se maltrate al que está al lado.

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