suyLas lluvias que azotan hace varios días, casi sin tregua, a la Ciudad de Buenos Aires y alrededores dejaron su huella en la Bombonera. El pasado sábado, en el partido que Boca le ganó a Aldosivi, se pudieron ver sectores del campo de juego en muy mal estado, con extensas partes sin césped y abundante barro, algo que impidió el normal desarrollo del juego.
Es por eso que, en el estadio «Xeneize», se trabaja a contrarreloj para recuperar las áreas dañadas por el mal clima. Esta semana, el equipo de Guillermo Barros Schelotto jugará allí dos duelos, aunque el más importante será el segundo. Mientras que el miércoles recibirá a Deportivo Cali por la última fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores, certamen en el que ya está clasificado a octavos de final, el domingo jugará ante River en el marco de la fecha de clásicos del certamen local.
La Bombonera cuenta con una lona para proteger el césped durante los días de lluvia pero, cuando esta se retiró para disputar el encuentro ante el conjunto marplatense, el agua contenida en su superficie cayó sobre el área cercana a los palcos. Ese sector suele ser el más afectado porque no recibe rayos del sol y porque por debajo hay napas muy elevadas.
Los encargados del campo de juego intensificarán las labores de cara al trascendental duelo ante «El Millonario», pero las perspectivas no son las mejores. A la persistencia de las lluvias, se le suma la imposibilidad de realizar un trabajo intensivo por el duelo que se jugará en medio de la semana ante el equipo colombiano.