Rafael Di Zeo, líder de la «barrabrava» de Boca Juniors, y otros cinco integrantes de la facción de «La 12», entre ellos su hermano Fernando y Mauro Martín, regresaron al país y permanecen en Formosa, luego de haber estado detenidos en Paraguay desde el 28 de abril, cuando protagonizaron hechos violentos antes del partido entre los «xeneizes» y Cerro Porteño por la Copa Libertadores.
Los hermanos Di Zeo, más Mauro Martín, Elvio Sosa, Federico Finochietto, Sebastián Saravia y Ramón Bedoya fueron liberados y expulsados ayer de Asunción del Paraguay y regresaron a la Argentina a las 17 a través del paso fronterizo de San Ignacio de Loyola de la ciudad formoseña de Clorinda, donde pasaron la noche, según reveló a Télam una fuente fronteriza.
El grupo más violento de la hinchada boquense fue condenado a no retornar a Paraguay por un período de de dos años, según lo confirmó el abogado José Monteleone, quien también reveló que deberán indemnizar a las víctimas de los incidentes protagonizados en las adyacencias al estadio Defensores del Chaco de Asunción, a quienes robaron y golpearon.
Los hechos ocurrieron en la previa del encuentro que Boca le ganó a Cerro Porteño por 2 a 1 en el cruce de ida de los octavos de la Libertadores, al cual los «barras» no pudieron asistir porque estaban detenidos.
Boca, en tanto, envió a la justicia una solicitud para que se les aplique el derecho de admisión a los seis detenidos en Paraguay más otros 231 «barras» que no pudieron ingresar a los partidos revancha ante Cerro Porteño (3-1 el jueves pasado) y Huracán el domingo último (0-0).
La ausencia de Di Zeo y los suyos quedó expuesta en ambos partidos porque los demás hinchas dejaron libre en la tribuna el espacio físico que suelen ocupar, mientras que los demás simpatizantes colgaron sus banderas al revés en señal de protesta.
Télam
