La cumbre sindical que se llevó a cabo ayer en la ciudad de Mar del Plata sirvió para ratificar el camino hacia la unidad que comenzaron a transitar las cinco centrales obreras. Y dejó en pie dos opciones para la protesta con la que los referentes gremiales buscarán dejar en claro su rechazo al veto que sufrió la ley antidespidos.
Las alternativas que se manejan son las siguientes: realizar un paro nacional con fecha a definir (sería en los primeros diez días de junio); o convocar a una masiva movilización hacia Plaza de Mayo para expresar (de un modo más liviano) el malestar que provocan las políticas económicas del macrismo.
La primera medida es impulsada de forma vehemente por la CTA autónoma: «El veto fue un cachetazo a los trabajadores y creo que la respuesta debe ser contundente. Después de una marcha como la del 29 de abril, no se puede hablar de otra medida que no sea un paro nacional», sentenció Pablo Micheli.
Sin embargo, esta postura genera divisiones: el moyanismo elige una vía menos belicosa, al menos por ahora. «La CTA tiene intenciones de hacer un paro nacional y hay sectores como el nuestro que queremos una gran marcha a Plaza de Mayo, especialmente para rechazar el veto a la ley antidespidos», confirmó Pablo Moyano en declaraciones al periodista Jonatan Viale en radio La Red.
Esa divergencia fue confirmada esta mañana por Micheli: el gremialista dijo en un momento que Hugo Moyano le confirmó que iban a impulsar una medida de fuerza, pero luego admitió que el cónclave de ayer «en un momento se puso acalorado» porque no se ponían de acuerdo.
«Queremos cuidar la unidad de las 5 centrales, si no sale un paro y sale un marcha lo veremos», apuntó el referente de la CTA en declaraciones a radio Del Plata., donde también hizo un análisis muy crítico de la actualidad: «Hoy no se puede decir que estamos mejor que el 10 de diciembre, hay una diferencia notoria entre el poder adquisitivo que teníamos los trabajadores a fines del año pasado respecto a lo que se está viviendo ahora; en algunos casos es casi una situación desesperante».
En ese contexto, Pablo Moyano adelantó que el gremio de Camioneros ya elevó la solicitud para que sus afiliados reciban «un aumento paritario del 42%», porque entiende que «ese va a ser el número de la inflación anual».
Sobre el futuro de la CGT señaló que «el gesto que ha tenido Hugo (su padre) de dar un paso al costado para priorizar la unidad tendría que ser imitado» por otros caciques sindicales. «Hay gente joven, ojalá pongan al frente a un hombre que tenga coherencia, experiencia y que haya estado siempre del lado de los trabajadores, no como pasó con algunos que iban a aplaudir a Cristina Kirchner».
En cuanto a su posible candidatura (se lo menciona como uno de los aspirantes a la sucesión), jugó con la ambigüedad: «Si los muchachos lo piden… (risas) No, tengo una gran responsabilidad con mi gremio que es muy grande», finalizó.
