«Me lesioné bañando a mis hijos. No es la manera en la que quería retirarme de este juego», aseguró el suizo. Uno de sus meniscos se vio afectado por un mal movimiento cuando se encontraba con sus mellizos en la bañera. «Quizá haya hecho ese movimiento un millón de veces en mi vida», se lamentó.
Por otro lado, advirtió que todavía está hambriento: «Ahora incluso reanimado y rejuvenecido». «No sé lo que debo esperar de mí mismo, los espectadores no sabrán qué pueden esperar, y mi rival tampoco tendrá idea de lo que esperar», agregó.