Matías Pera, condenado en 2015 a cumplir con tres años de prisión por asaltar y golpear a Diego Panadero Ochoa, fue citado y brindó detalles de cómo se manejaba la barra de Newell’s, en los Tribunales Provinciales de Rosario. Asesinatos, manejo de poder y dinero y la complicidad de la Policía fueron temas abordados por el ex barra.
«Con Diego éramos la barrabrava de Newell’s. Es algo que te atrapa mucho y te envanece porque de repente uno se encuentra en una posición de poder. Todo el mundo quiere ser tu amigo por estar al lado de él. Los chicos son los que más deslumbrados quedaban. De repente parece que sos Ricardo Fort», fueron algunos de los dichos de Pera ante la Justicia.
Además, admitió haber formado parte del grupo de choque liderado por Ochoa, quien está preso por haber instigado el asesinato de Roberto Pimpi Caminos, el antiguo líder de la barra rojinegra. El día de su detención en 2013, hallaron en su vivienda varios celulares, dos armas, entradas para la cancha y una mira telescópica para armas de fuego.
Pera, a quien lo habían acusado de amenazar con un arma de fuego a patovicas de un boliche, aseguró haber pertenecido al bando de los patovicas de la barra, aunque también existían los pistoleros. «El Panadero nunca nos cumplió por haberlo ayudado a sacar al Pimpi», afirmó uno de los hombres a los que se lo ve en una cámara de seguridad del estadio sacando a golpes de la popular al mismísimo Ochoa, cuando aún comandaban juntos los paravalanchas, el día que se quebró su amistad.
Actualmente en libertad, Pera aportó el nombre de dos policías que tenían vínculos con la barra para tener ciertos beneficios y evitar cacheos dentro del club y también informó sobre la estrecha relación que manejaba con la dirigencia en ese entonces. «Diego tenía la idea fija de sacar al Pimpi pero después miedo de que quisiera volver», recordó.
Entre audiencias y declaraciones, el escenario presenta a otros protagonistas, como Jonathan Creciente, quien atacó con cinco balazos a Pera en 2010, al grito de «esto te lo manda el Panadero por traidor», según manifestó el tatuado.
Sergio Quemado Rodríguez (condenado a 32 años de cárcel por ser partícipe del triple crimen de Villa Moreno) también habló ante los jueces y reveló que Ochoa «festejó cuando mataron al Pimpi». Este acusado tenía cierto vínculo con el Panadero, pero más cercano a él era su hijo Maximiliano (alias Quemadito), quien junto a Diego Malkovic (asesinado en 2011) y Carlos Alberto Godoy (tras las rejas por haber sido considerado autor material del crimen de Caminos) eran sus brazos armados.
En 2013, al Quemadito le dieron un balazo en la nuca cuando salía de la casa de su novia, días después de haber sufrido otra balacera en las piernas (un año atrás, también había sido víctima del mismo episodio por un ajuste entre narcos). Por este crimen, el Panadero Ochoa también está procesado.
Las audiencias continuarán y el lunes se espera la palabra de Alberto Betito Godoy, mientras que no descartan que Alberto Tato Caminos -hermano del fallecido Pimpi– también declare sobre la causa.
