Luego de que los docentes bonaerenses rechazaran la propuesta del gobierno de María Eugenia Vidal, los sindicatos nacionales anunciaron un paro de 48 horas para el 6 y 7 de marzo. Según comunicó Sonia Alessio, secretaria general de Ctera, el 6 será con «marcha nacional a Buenos Aires» y el 7 se sumarán a la marcha de la CGT y las CTA. Lo sorpresivo fue que esto fue comunicado mientras se estaba llevando a cabo la reunión.
«Hemos ratificado la voluntad de confluir con los cinco sindicatos docentes nacionales y nuestros compañeros universitarios de Conadu en la defensa del salario, la educación pública, paritarias libres y sin techo para todos», manifestó.
También adelantaron que adhieren «al paro internacional de mujeres del 8 de marzo» y que los días de paro habrá «asambleas y foros en defensa de la escuela pública informando a los padres, a la comunidad y a las organizaciones sociales y sindicales».
«De no haber respuesta a nuestro reclamo vamos a impulsar junto a todos los sectores otro paro de 48 horas con marcha nacional a Plaza de Mayo en defensa de las paritarias libres, de la educación y del salario», advirtieron.
Asimismo, ratificaron su exigencia de que el Gobierno convoque a paritarias nacionales: «Tiene tiempo para reflexionar. Lo que está haciendo con esta medida es llevar a todo el país a un gran conflicto nacional. Le hemos planteado al Ministerio de Trabajo que nos convoquen».
La reunión por la paritaria bonaerense
Roberto Baradel, que si bien no es docente representa al gremio más importante de la provincia de Buenos Aires, Suteba, participó del anuncio de los maestros nacionales mientras en paralelo se llevaba a cabo una reunión con funcionarios de la administración de Vidal.
Allí, los ministros Hernán Lacunza (Economía), Alejandro Finnochiaro (Educación) y Marcelo Villegas (Trabajo) explicarán la propuesta que ya fue adelantada en una reunión técnica que se realizó el 6 de febrero y que contempla un piso de 18% a abonarse en cuatro cuotas de 4,5% y cláusula gatillo de revisión trimestral para indexar con la inflación de 2017.
Este acuerdo, además, ata cada tramo de aumento al índice de precios del Indec de cada período.
Por su parte, los gremios exigen una recomposición salarial por la inflación de 2016, que para ellos fue del 45%.
En la ciudad de Buenos Aires el panorama es similar. También hubo una reunión entre el Gobierno y los sindicatos pero el secretario general de UDA, Norberto Cabanas, informó Finalizada la reunión de la mesa salarial docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Secretario general de UDA Seccional Capital, Norberto Cabanas, informó: «El ofrecimiento realizado por la ministra Soledad Acuña fue del 18%, o sea en sintonía con el techo salarial que pretende imponer el gobierno nacional».
Al margen de ello, Cabanas expresó que «la Unión Docentes Argentinos no firmará ningún Acta salarial hasta que el gobierno nacional convoque a la paritaria nacional docente para fijar el piso salarial para todo el país, de acuerdo a lo que determina la Ley de Financiamiento Educativo.
Asimismo, el dirigente ratificó que por la ausencia de convocatoria «la UDA no iniciara las clases, realizando un paro de 48 horas los días 6 y 7 de Marzo».
Fracasó una nueva reunión en la Provincia
Después de que los gremios docentes bonaerenses rechazaran la primera oferta del gobierno de María Eugenia Vidal, esta tarde volvieron a reunirse los sindicatos con representantes de varios ministerios, pero el encuentro no tuvo un final feliz.
El Ejecutivo bonaerense no presentó una oferta superadora de la del seis de febrero (18% en cuatro cuotas), y los gremios volvieron a rechazarla.
Mirta Petrocini, una de las referentes de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), consideró que los ministros «sólo dieron explicaciones macro para justificar este 18% en cuatro etapas, sin reconocer la pérdida del poder adquisitivo que venimos sufriendo desde el mes de agosto».
Esa es la principal diferencia entre la administración bonaerense y los sindicatos: el punto de partida sobre el cual empezar a discutir la paritaria. Los maestros quieren recuperar parte del poder adquisitivo perdido en 2016, mientras que el Ejecutivo bonaerense sólo quiere negociar pensando en 2017.