Después de mucha discusión, la CGT anunció en la semana que el paro general será el 6 de abril. Desde que la central obrera fijó la fecha, el gobierno de Mauricio Macri rechazó los motivos de la convocatoria al paro, y acusó a los gremialistas de hacer «política».
«No entiendo este momento para hacer un paro, creo que hay otras razones», sugirió el ministro de Producción Francisco Cabrera, quien luego precisó que las «razones son políticas».
Cabrera cuestionó el llamado a un paro, y argumentó que desde el gobierno trabajaron «muy bien» con los gremios «durante 2016, que tuvo tres trimestres que fueron muy malos, y esto empieza a ocurrir en el tercer trimestre en el que empieza a haber un crecimiento». «Ahora estamos viendo crecimiento en la producción y el empleo. No veo razón para hacer un paro ahora, veo otras razones», destacó el ministro.
El funcionario además consideró que «seguramente habrá habido algunos despidos pero estos últimos meses fueron de crecimiento de la producción, no de despidos», indicó, al tiempo que afirmó que «no hay un verdadero problema en el tema importaciones», como denuncian los gremios.
En declaraciones a radio Continental, Cabrera reiteró que dijo que «las razones (del paro) son políticas, porque las razones no son válidas. Lo discutí con algunos secretarios generales de diferentes gremios». Por último, consultado sobre si hay chances de que se levante la medida de fuerza, respondió: «Yo no creo. No lo sé, pero no creo».