Roger Noriega: OEA, La Haya y petróleo, claves para sumar presión al régimen chavista

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Roger Noriega es uno de los diplomáticos estadounidenses que más sabe de América Latina. Fue Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental durante la presidencia de George W. Bush y embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), además de ser uno de los principales asesores del Partido Republicano para la región. Actualmente coordina el programa sobre América Latina del American Enterprise Institute, un importante think tank con sede en Washington DC.

En los últimos meses, Noriega viene siguiendo muy de cerca la evolución de la crisis en Venezuela, que se convirtió en una obsesión para la diplomacia latinoamericana. Ante la suspensión del referéndum revocatorio y de los comicios regionales, y la ruptura definitiva del orden constitucional que supuso el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que borró a la Asamblea Nacional, los países de la región aumentaron la presión sobre Nicolás Maduro. Casi todos coinciden en que la única salida es convocar a elecciones, pero no hay acuerdo sobre cuál es el mejor camino para lograrlo.

En una entrevista con Infobae, Noriega explicó cuáles son las tres claves para forzar al régimen chavista a aceptar la voluntad popular.

1. La OEA no debe suspender a Venezuela

El organismo regional declaró el pasado 3 de abril por el voto de la mayoría de sus miembros que en Venezuela hay una «grave alteración inconstitucional del orden democrático». Fue el primer paso para la activación de la Carta Democrática Interamericana (CDI), la principal herramienta con la que cuenta la OEA para presionar a un gobierno cuando rompe con el estado de derecho. En última instancia, la CDI contempla la posibilidad de suspender al país afectado. Noriega cree que sería un grave error.

«En mi opinión, la suspensión de Venezuela de la OEA sería una victoria del régimen, porque le permitiría evadir las críticas de los estados miembros, y sus compromisos internacionales. Es importante que la OEA preste atención a lo que está pasando en las calles, insistiendo en que se respeten los derechos humanos. Podría enviar una misión diplomática a ese país para revisar la situación política y en términos de seguridad, e insistir sobre un camino democrático, que respete las reglas de juego en términos de elecciones regionales y del referéndum revocatorio».

2. Maduro tiene que ser juzgado por la Corte Penal de La Haya

Para que la presión internacional contra el régimen sea total no alcanza con que los organismos multilaterales emitan declaraciones condenatorias. Si las medidas que están tomando los gobernantes venezolanos violan los derechos humanos, son crímenes que deben ser juzgados. Para eso está la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, Holanda.

«Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU deben considerar abrir un caso en La Haya contra el régimen venezolano por los abusos contra derechos básicos del pueblo. Están matando al pueblo en las calles de Venezuela y deben ser juzgados por sus crímenes», apuntó el diplomático estadounidense.

3. Estados Unidos tiene que dejar de comprar petróleo venezolano

Si bien el estado venezolano está prácticamente quebrado por la desastrosa administración de la gestión Maduro, aún cuenta con recursos que le entran por las exportaciones de su único activo, el petróleo. Uno de sus principales compradores es Estados Unidos. Si Washington decidiera prohibir total o parcialmente las importaciones de crudo venezolano, el gobierno quedaría completamente desfinanciado.

«Ha llegado la hora de que Estados Unidos considere sanciones económicas más amplias —dijo Noriega—. En el corto plazo debemos aplicarlas contra gente como Diosdado Cabello, que según muchas fuentes confiables está involucrado en el narcotráfico, para congelar el dinero que tiene y que usa para sostener la represión contra su propio pueblo. Hay que negarles esos recursos. Pero si eso no funciona, en las semanas que vienen hay que considerar las sanciones económicas, porque los dólares de Estados Unidos están sosteniendo ese régimen. No podría subsistir otro día más sin el dinero que pagamos por el petróleo venezolano (…) Por razones de seguridad nacional, en las semanas que vienen debemos considerar una terminación de esas compras de petróleo».

A continuación, la entrevista completa de Infobae a Roger Noriega:

—¿Cómo analiza la escalada represiva del gobierno de Nicolás Maduro ante el rebrote de las protestas opositoras, que terminó esta semana con decenas de muertos?

—Hay un enfrentamiento de la gran mayoría del pueblo con el gobierno. Es un gobierno que la región, la OEA y los vecinos han criticado por su falta de respeto al orden constitucional y por los derechos humanos. Ahora el pueblo, que está afrontando la escasez de comida y de medicamentos, está reclamando por su derecho a escoger su camino y un nuevo futuro. Hasta ahora el régimen está reprimiendo con violencia, usando a grupos irregulares. Estoy preocupado porque sería una gran tragedia si la región y la comunidad internacional no ayudan a que haya una resolución democrática y constitucional para terminar con la violencia del régimen.

—Algunas personas temen que lo que está ocurriendo en estos días sea una repetición de la oleada de protestas de 2014, que terminaron con decenas de manifestantes muertos y dirigentes encarcelados, pero no lograron conmover al régimen. ¿Cree que puede pasar eso o el escenario es hoy diferente?

—Lo que es profundamente diferente es la crisis económica. No es sostenible la situación fiscal del gobierno. Es una crisis causada por la corrupción, el mal manejo de la economía, de los gastos. Tal vez el régimen pueda sobrevivir en los próximos días, pero en las semanas que vienen deben reconocer que la situación económica y fiscal no podría continuar así, y que ya no podrían mantener el orden de esa manera tan brutal que lo están haciendo.

—Al mismo tiempo, hay una coalición cívico militar que está muy aferrada al poder y que se muestra dispuesta a todo para conservarlo. ¿Aunque que se mantenga firme esa decisión de quedarse exclusivamente por la fuerza le parece que la situación no es sostenible?

—Es una pregunta muy acertada, porque podemos ver en la isla cubana que hay un régimen que ha mantenido el poder a pesar de la escasez de todos los recursos. Pero Venezuela es diferente, porque estamos en una década diferente. Es un régimen totalmente deslegitimado y aislado en términos regionales y diplomáticos. Espero que al OEA, con el liderazgo de países como México, Argentina y otros, va a continuar insistiendo sobre el respeto a las obligaciones internacionales en el marco de la CDI. Es difícil para mi pensar que este régimen, con el liderazgo de Maduro, podría sobrevivir con la presión económica y política interna e internacional. Pero eso requiere la atención por parte de la región, insistiendo en que ese régimen no puede seguir por la violencia, por el uso de grupos irregulares para reprimir.

—La OEA es un organismo que usted conoce muy bien, del que fue embajador. ¿Cómo ve las gestiones que está llevando a cabo el secretario general Luis Almagro, junto con el liderazgo de algunos países?

—El doctor Almagro ha superado las expectativas, precisamente porque es un hombre autodenominado de izquierda, pero él ha criticado en Venezuela a ese gobierno de izquierda de una manera feroz. También ha cambiado la actitud de Estados Unidos. Hablando francamente, en meses recientes la administración del presidente Barack Obama había socavado los esfuerzos de Almagro en la OEA, promoviendo un diálogo manejado por amigos de Maduro. Pero eso ha cambiado con la administración Trump, que ha aplicado sanciones contra el vicepresidente Tareck El Aissami por su involucramiento en varios crímenes, como narcotráfico y lavado de dinero. De esa manera, los países como Argentina y México podrían tomar la iniciativa y apoyar los esfuerzos de Almagro.

—La CDI tiene como instancia final la suspensión del país afectado. ¿Cree que es necesario avanzar en la suspensión de Venezuela? Y en todo caso, ¿qué más podría hacer la OEA, qué vendría después?

—En mi opinión, la suspensión de Venezuela de la OEA sería una victoria del régimen porque podría evadir las críticas de los estados miembros y sus compromisos internacionales. Es importante que la OEA preste atención a lo que está pasando en las calles, insistiendo en que se respeten los derechos humanos. Podría enviar una misión diplomática a ese país para revisar la situación política y en términos de seguridad, e insistir sobre un camino democrático, que respete las reglas de juego en términos de elecciones regionales y referéndum revocatorio. Son derechos que están dentro de la constitución venezolana, pero que han sido negados. La OEA y los estados miembros podrían insistir sobre ese tema. Es fundamental mostrar una solidaridad contundente con el pueblo venezolano.

—Tanto en la comunidad internacional como entre los sectores de oposición en Venezuela hay una tensión entre los que proponen ir a un diálogo y los que sostienen una postura más dura, de estar en la calle. Usted fue muy crítico del diálogo de 2016, que terminó siendo un fisco, ¿pero es posible que haya una salida sin una instancia de negociación con algún sector del chavismo?

—Estoy convencido de que no podríamos confiar en que ese régimen pueda respetar sus compromisos con su propio pueblo. Por eso tiene que haber un compromiso mucho más fuerte por parte de la comunidad internacional, insistiendo por medidas que respeten los derechos básicos del pueblo. También ha llegado la hora de que Estados Unidos considere sanciones económicas más amplias. En el corto plazo debemos aplicarlas contra gente como Diosdado Cabello, que según muchas fuentes confiables está involucrado en el narcotráfico, para congelar el dinero que tiene y que usa para sostener la represión contra su propio pueblo. Hay que negarles esos recursos. Pero si eso no funciona, en las semanas que vienen hay que considerar las sanciones económicas, porque los dólares de Estados Unidos están sosteniendo ese régimen. No podría subsistir otro día más sin el dinero que pagamos por el petróleo venezolano.

—¿Entonces lo que propone es que Estados Unidos debe cortar con la compra de petróleo venezolano para quitarle financiamiento y, de esa manera, hacer más insostenible el régimen?

—Precisamente. Estados Unidos es la fuente más importante de dinero que tiene Venezuela hoy. En el caso de los chinos, los préstamos están gastados y ahora los está pagando con petróleo. Por eso el régimen depende del dinero pagado por Estados Unidos, no por el gobierno, sino por las empresas estadounidenses que compran petróleo. Por razones de seguridad nacional, en las semanas que vienen debemos considerar una terminación de esas compras de petróleo.

—Otro tema que usted viene denunciando hace rato es el de los vínculos de altos funcionarios civiles y militares del régimen chavista con el narcotráfico. ¿En qué medida ese involucramiento con el crimen organizado no termina explicando que se mantengan tan reacios a dejar el poder, para no perder esos negocios?

—Estados Unidos tiene mucha evidencia contra individuos del gobierno, como El Aissami, el hijo de Maduro, y el general Néstor Reverol, ministro de Interior. Todos están involucrados en el flujo de drogas ilícitas a Estados Unidos y a otras partes del mundo. Hay que avanzar con sanciones y con cargos formales contra esos individuos para seguir deslegitimando al régimen. Eventualmente, esas personas deben rendir cuentas ante la ley. Ahora no hay un acuerdo de extradición entre Estados Unidos y Venezuela, pero si esas personas viajan a otros países se las podría hacer rendir cuentas. Y también hay que considerar algo importante: que se abra un caso en la Corte Penal Internacional. Por ejemplo, Argentina podría empezar ese proceso, al igual que miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Deben considerar abrir un caso en La Haya contra el régimen venezolano por los abusos contra derechos básicos del pueblo. Están matando al pueblo en las calles de Venezuela y deben ser juzgados por sus crímenes.

—¿De modo que otra fuente de presión de la comunidad internacional tiene que ser ir por un juzgamiento de Maduro y de otros jefes del régimen en el tribunal de La Haya por violaciones a los derechos humanos?

—Definitivamente. Debemos usar todas las herramientas para asegurar que haya respeto por los derechos humanos y un camino hacia la restauración del orden constitucional, terminando la violencia trágica contra el pueblo que está protestando por sus derechos básicos y su supervivencia material y física.

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