El gobierno de Mariano Rajoy invitó al presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, a que acuda al Parlamento a presentar su propuesta de referéndum secesionista, pero líder catalán la rechazó a menos que antes haya un acuerdo para que se celebre.
El líder independentista, no obstante, interpretó que por primera vez «el gobierno reconoce la posibilidad de un referéndum de autodeterminación en Cataluña», lo que supone un «cambio de tono y terminología».
«Estamos dispuestos a negociar las condiciones del referéndum y en caso de llegar a un acuerdo lo someteríamos a los dos parlamentos», dijo el presidente regional ante la oferta de Madrid, haciendo referencia a las cámaras española y catalana.
Puigdemont es consciente de que si acude sin ese acuerdo su propuesta está destinada a fracasar por la mayoría de las fuerzas ‘constitucionalistas’ del Congreso de los Diputados, de ahí que no quiere caer en la misma «trampa» que el ex lehendakari -jefe de gobierno vasco- Juan José Ibarretxe, cuyo plan soberanista fue tumbado en 2005.
De ahí que pone como condición que haya un acuerdo previo entre el Ejecutivo central y el suyo, para que el referéndum secesionista efectivamente se pueda celebrar.
Además, antes de dar cualquier paso, el gobierno catalán exige que se retiren las querellas judiciales contra los diputados independentistas acusados de desobedecer al Tribunal Constitucional, entre ellos la presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, y que se reconozca la autodeterminación, afirmó el vicepresidente catalán Oriol Junqueras, quien compareció ante la prensa junto con Puigdemont.
Por lo tanto, los independentistas catalanes exigen a Rajoy una «negociación» previa a cualquier debate en el Congreso de los Diputados».
El lunes el dirigente catalán tiene previsto viajar a Madrid para una conferencia en la que hará su última oferta de referéndum acordado al Ejecutivo español, tal como lo propone el «Pacto Nacional por el Referéndum», una plataforma que consiguió más de 400.000 adhesiones.
El tiempo se agota tanto para Madrid como para Barcelona, ya que para cumplir con su «hoja de ruta», Puigdemont debe anunciar pronto la fecha del referéndum unilateral, que se celebraría el 1 de octubre de 2017, de acuerdo con lo pactado con sus socios independentistas.
En este contexto, Rajoy sorprendió con su oferta, que no es un cambio de posición, pero que oficialmente es un intento político por canalizar el conflicto catalán.
El Ejecutivo central considera que las Cortes Generales son «el lugar adecuado para que el señor Puigdemont presente sus demandas», aseguró la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, encargada de enviar el mensaje al presidente catalán durante la conferencia de prensa posterior al habitual consejo de ministro de los viernes.
«Por eso lo invitamos a acudir», añadió la dirigente conservadora, insistiendo en que no es posible negociar de forma bilateral la celebración de una consulta separatista en Cataluña, porque es inconstitucional.
La «número dos» del gobierno de Rajoy insistió en que el Parlamento es el lugar «idóneo» para que los independentistas catalanes presenten su propuesta y que esta se debata porque «es allí donde se garantiza que cada español conserva su cuota de soberanía».
La dirigente del Partido Popular (PP) recordó que hay «claros precedentes», en referencia al conocido como «Plan Ibarretxe», que quería introducir el derecho de autodeterminación en el estatuto de autonomía, que fue debatida y rechazada por la Cámara Baja hace doce años.
La Generalitat -gobierno catalán- invitó al propio Rajoy, a todos los partidos, organizaciones empresariales y sociales a la conferencia de Madrid, que por el solo hecho de celebrarse levantó ampollas, sobretodo en el PP, que criticó con dureza contra la alcaldesa de izquierda Manuel Carmena por haberle alquilado a Puigdemont una sala de su ayuntamiento.
«Lamento que Manuela Carmena quiera ser cómplice del desafío ilegal separatista, que le abra la puerta a los que quieren dividir, a los que quieren hacer el discurso del odio y la confrontación», afirmó Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del PP.
Los liberales de Ciudadanos también censuraron la conferencia de Puigdemont, mientras el líder de Podemos, Pablo Iglesias, confirmó su asistencia y celebró que el Ejecutivo español ofreciera al dirigente catalán acudir a explorar su propuesta al Congreso de los Diputados.
Fuente: Telam