La fiscal de San Martín Patricia Kaplis pidió a la Justicia de Garantías de ese distrito la detención de un sacerdote por considerarlo presunto responsable de, al menos, tres casos de abuso sexual contra tres alumnas del colegio San José Obrero, de Caseros, partido de Tres de Febrero.
Esos abusos ocurrieron hace casi 15 años, pero fueron denunciados hace cuatro meses, cuando una de las víctimas, que actualmente tiene 26 años, se presentó ante la fiscalía especializada en Delitos Sexuales de San Martín.
Luego que la mujer acusó al cura Carlos Eduardo José de haber abusado de ella cuando tenía 11 años aparecieron otras dos mujeres que concurrían al mismo colegio de Tres de Febrero y que también habrían sido víctimas del sacerdote.
Además de las declaraciones de las víctimas, la fiscal también habría tenido en cuenta los testimonios de dos sacerdotes que declararon que le habrían advertido al cura acusado sobre la inconveniencia de que llevara a su habitación a chicas menores de edad y alumnas.
Como consecuencia de las denuncias, el Obispado de San Martín separó a José de su cargo como párroco y le habría prohibido que tuviera contacto con menores. No obstante, hasta anoche el paradero del sacerdote era desconocido.
En dos de los casos los investigadores habrían logrado acumular indicios para abonar la presunción de un abuso sexual simple. En el tercer hecho se habrían hallado elementos para acusar al sacerdote de abuso sexual gravemente ultrajante, según explicaron a LA NACIÓN fuentes judiciales.
Si bien pasaron 15 años desde que se cometieron los abusos, existe jurisprudencia que avala que ese tiempo transcurrido no determina la prescripción del delito. Esta afirmación se funda en la resolución de una sala de la Cámara de Casación integrada por los jueces Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
