El ex senador de la UCR, Ernesto Sanz, aseguró este viernes que al kirchnerismo «no se lo puede dar por muerto», aunque afirmó que «como organización no tiene posibilidad alguna de construir mayoría», tras evaluar los resultados de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas el pasado 13 de agosto.
Sanz, el principal impulsor de la alianza Cambiemos en la UCR y frecuente interlocutor del presidente Mauricio Macri, destacó los votos conseguidos por Cambiemos en los últimos comicios, al afirmar que se trató de una «ratificación del rumbo» y de «un ballottage del ballottage» del año 2015, cuando Mauricio Macri resultó vencedor.
En este sentido, planteó que «la primera elección de medio término se convierte en una suerte de complemento» de las presidenciales. «Es una no convalidación de la vuelta hacia atrás», afirmó en una entrevista con Luis Novaresio, por radio La Red.
Consultado sobre el desempeño del frente Unidad Ciudadana, que encabeza Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, el dirigente radical sostuvo: «No se puede dar por muerto a nadie en la Argentina, (pero) el kirchnerismo como organización no tiene posibilidad alguna de construir mayoría, mas allá del liderazgo que pueda tener Cristina Kirchner».
Desde su óptica, Sanz precisó que para llegar al Gobierno es necesario tener la capacidad de construir mayorías electorales. «El kirchnerismo está muy alejado de eso», insistió, aunque advirtió que ello no significa que como fuerza política «no puedan seguir teniendo relevancia como una minoría a nivel nacional».
Por otro lado, el ex senador nacional consideró que «en nada modifica el resultado electoral» de confirmarse un triunfo de Cristina Kirchner en el escrutinio definitivo de las PASO. «Es una locura centralizar los resultados en la provincia de Buenos Aires. La elección siempre fue nacional. A este nivel, el escrutinio definitivo consolida el resultado a favor de Cambiemos», sostuvo.
Por último, Sanz relativizó el caudal de votos obtenido por la oposición como si fuera un llamado de atención. «El Gobierno no necesitaba de un resultado eleccionario, ni a favor ni en contra, para saber que hay necesidades básicas insatisfechas, que hay mucha pobreza, desigualdad y asimetrías regionales. La tarea es tan estructural y cultural que, ni por asomo, se puede hacer en los dos primeros años de Gobierno», concluyó.