Después de ocho días de toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología, los investigadores del Conicet, que reclaman por condiciones laborales y por los 500 becarios desvinculados en diciembre de 2016, decidieron suspender las medidas de fuerza, tras una reunión con las autoridades de la cartera que conduce el ministro Lino Barañao.
En la audiencia, las agrupaciones de científicos, los sindicatos ATE y Conadu Histórica y representantes del Estado acordaron una serie compromisos para comenzar a destrabar el conflicto que generó la ocupación del Polo Científico Tecnológico, ubicado en la calle Godoy Cruz 2320 del barrio porteño de Palermo.
En el acta de reunión firmada, la secretaría de Articulación Científica y Tecnológica, a cargo de Agustín Campero, tomó nota de los reclamos centrales planteados por los investigadores despedidos, entre ellos, que se mantengan las equivalencias salariales y la estabilidad laboral exigida por los 498 becarios excluidos del Conicet, pese a haber pasado el filtro y las recomendaciones del organismo.
Además, el Ministerio de Ciencia y Técnica se comprometió a informar bajo qué modalidades contractuales se integrarán el grueso de los científicos en sus nuevos puestos, y a revisar los casos de 63 becarios afectados que aún no cuentan con destino laboral. También fijó una prórroga para la firma de las reincorporaciones, ya que la ronda de consulta con los implicados vencía el 30 de septiembre y se extendió hasta el 13 de octubre.
El conflicto se originó a fines del año pasado, cuando el ministerio de Ciencia y Técnica decidió no incorporar al Conicet a 498 becarios para la carrera de investigador del organismo. La pelea se disparó porque el grupo de doctorandos implicados contaba con los avales y los requisitos necesarios para formar parte del cuerpo estable del personal. Tenían todo para ingresar hasta que se carrera se cortó intempestivamente, por lo que se consideraron «despedidos».
La puja se enmarca en un viraje en la política científica del Conicet. Este año, se espera la incorporación de 450 nuevos investigadores a la planta de personal, un número menor al del pico de ingresos que se registró durante el período kirchnerista, cuando hubo 960 nuevas contrataciones en un año. Barañao, al igual que ahora, era el entonces ministro encargado de la gestión del área.
El año pasado, tras varios días de ocupación de la sede ministerial, la «comisión mixta» integrada por los gremios y autoridades llegaron a un acuerdo para que los cientos de becarios sin continuidad en el Conicet se reinserten en otras instituciones del sistema público de ciencia y técnica.
Sin embargo, el martes pasado el conflicto volvió a estallar. Este mes vencían los plazos para firmar las reincorporaciones y al menos 331 becarios todavía «no tenían respuestas» sobre su futuro laboral, informaron los asambleístas esta semana. Además, cuestionaban que las nuevas condiciones en universidades e institutos no tuvieran garantizadas la estabilidad laboral y los mismos salarios que perciben los investigadores de planta permanente.
Frente a esta incertidumbre, los becarios plantearon una «adenda» al acta firmada en diciembre pasado que recién ayer fue aceptada por el Ministerio de Ciencia y Técnica, luego de ocho días de ocupación que incluyó el pernocte en el edificio, actividades culturales y pedagógicas, la exposición de las investigaciones de los becarios afectados y un festival abierto a la comunidad durante el fin de semana.
Las medidas de fuerza y protestas se habían profundizado y extendido hacia las sedes del Conicet de otros puntos del país, como La Plata, Bariloche, Ushuaia y Mendoza. En el medio, se produjeron cruces entre las partes: una de ellas fue que más de la mitad de los investigadores habían aceptado las nuevas condiciones laborales, dato que fue desmentido por los afectados.
Tras los compromisos asumidos los representantes gubernamentales, las agrupaciones «Jóvenes Científicos Precarizados» y de la «Red Federal de Afectados», entre otras, decidieron en asamblea levantar la toma y se retiraron del hall de ingreso del Polo Científico para cumplir con el pedido formulado por el ministro Lino Barañao, que había fijado esa condición para continuar con las negociaciones.
La tregua se extenderá hasta el próximo martes 26 a las 9, cuando se reanude el cuarto intermedio y se realice una nueva asamblea de los becarios.
Mientras tanto, en el Congreso se desarrolla el debate por el Presupuesto 2018. La discusión tiene su importancia en el conflicto con los científicos. En el plan presupuestario, el Gobierno creó el ítem «Programa de fortalecimiento de recursos», que hace referencia al dinero que se destinará a las universidades para que absorban a los casi 500 becarios. Están previstos unos 210 millones de pesos por ese concepto con el objetivo exclusivo de abonarle los sueldos a los investigadores excluidos del Conicet.
