“Se nos invitó a cerrar el 23, lo que implicaría también cerrar el 24, que es el día de mejores ventas en el año para algunos rubros, como regalaría, alimentos y otros sectores relacionados con las fiestas. ¡Hasta para la pirotecnia!”, declaró De la Vega.
Es por ello que agradeció la invitación que realizó el ministro Florencio Randazzo para que los privados se sumen a los feriados de las fiestas, pero adelantó que sería imposible aceptarla para muchas empresas que esperan justamente esta semana del año.
“La invitación es bien recibida por aquellos sectores que no tienen influencia en la actividad económica, pero para muchos sectores es fundamental la venta de esos días”, continuó.
El empresario destacó que, pese al asueto, los comerciantes deberán pagar sueldos, impuestos y cargas sociales del mismo modo como si hubieran abierto normalmente sus puertas, por lo que celebró que la decisión de sumarse o no al día no laborable sea optativa.
“La actividad en el centro de las grandes ciudades disminuye; entonces, es muy probable que a algunos comercios no les convenga abrir. Por lo contrario, en los barrios hay más gente y entonces los comercios de proximidad se benefician y no van a dejar de abrir”, ejemplificó.