Ella, la orgullosa virgen a los 30

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Si hace unos años el público se rió con las vicisitudes de Steve Carrell en su película «Virgen a los 40», donde interpretaba a un solterón inexperto en el sexo, ahora una venezolana sorprendió con su particular relato sobre su elección de vida: mantenerse virgen hasta conocer a su verdadero amor.

Vivian Sleiman cumplió tres décadas de vida y decidió hacer catarsis. De ahí surgió su libro «Virgen a los 30», que vendió 8 mil ejemplares en su primera edición. Nacida en Caracas, Venezuela, esta experta en marketing decidió preservarse hasta que aparezca en su vida un verdadero príncipe azul, al margen de que su historia de amor termine o no en casamiento.

«No hagamos el sexo, sino el amor», propone la morocha, para quien no existe una sola alma gemela, sino varias. Sleiman aseguró que su libro expresó «la necesidad de lanzar un grito hacia el respeto por la mujer y el deseo de recuperar los valores que se han perdido en casa», según contó en una entrevista radial.

Al parecer, la chica prefiere una «experiencia espiritual» con una pareja al intercambio físico en la intimidad, aunque aclaró que sí besó a «varios sapos» por si acaso alguno se convertía en príncipe azul. «Cuando una mujer no se entrega sexualmente va desarrollando el nivel interno, la espiritualidad y el sexto sentido», explicó.

La cruzada de Sleiman no es una excusa para disfrazar frigidez o fealdad. La autora es una morocha por demás agraciada físicamente y además goza de cierta popularidad en Venezuela por ser locutora en una radio y eventual panelista de televisión. Su herencia libanesa la marcó desde muy joven, por ejemplo con la historia de cuando su abuelo, Faisal bin Adbelaziz, se negó a vender a su madre, Blanca, al harén del rey de Arabia Saudita.

De hecho, Sleiman consideró a su progenitora como «una santa, porque solo besó a un hombre», según explicó al sitio español ABC. Ese único elegido fue el padre de la autora, aunque la pareja se divorció cuando ella tenía 12 años. Entonces, la mujer quedó a cargo de la escritora y sus cuatro hermanos varones y se dedicó a vender comida árabe para mantener a sus hijos.

Con una altura de 1,79 y un perfecto 90-60-90, Sleiman participó en 2001 del concurso Miss Venezuela. Aunque no salió ganadora, le dio un empuje a su carrera como modelo y mientras tanto, estudió Nutrición durante siete años en la Universidad Central de Venezuela.

En sólo cuatro meses, la morocha volcó en el papel sus experiencia en su libro: «Escribirlo fue para mí una catarsis», explicó. Si bien los lanzamientos editoriales en Venezuela no superan los 1500 ejemplares, la primera edición de «Virgen a los 30» llegó a los 8 mil y la autora lleva meses viajando para promocionar el libro.

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