En una entrevista al canal de televisión ruso RT y a la agencia de noticias Tass, Mauricio Macri le contestó a Raúl Eugenio Zaffaroni, quien había dicho que quería que el Gobierno «se fuera lo antes posible».
«Es una vergüenza lo que dijo Zaffaroni porque como ex miembro de la Corte, y peor como miembro de CIDH, debería ser el primero en defender los valores de la democracia, máxime participando de una corte internacional», expresó el Presidente.
Asimismo, el jefe de Estado recordó que la Argentina «ha emprendido un cambio muy profundo, político y cultural» y lanzó una crítica hacia el ex juez de la Corte Suprema, identificado con el kirchnerismo: «Esta no es una decisión de un Gobierno, sino de la gente,a pesar de que hay minorías que se sienten más cómodas con el populismo».
«Por suerte la economía se va saneando y hoy tenemos un solo tipo de cambio. Estuvimos al borde de una crisis muy profunda y por eso el arranque no fue fácil», agregó.
Macri remarcó que superada esa primera etapa el país ha logrado «crecer por segundo año consecutivo, algo que no se daba desde hace muchos años».
En una entrevista con radio Caput, Zaffaroni había expresado sobre el futuro de Cambiemos en la Casa Rosada: «No va a depender de nada político, ni de lo que diga cualquier partido político. Yo quisiera que se fueran lo antes posible, para que hagan menos daño, pero eso es un deseo personal. Lo decisivo va a ser la crisis del programa económico inviable. Por otra cosa, no se van a ir».
Esto le valió el repudio de varios miembros del gobierno nacional y del Poder Judicial. Por ejemplo, el ministro de Justicia, Germán Garavano, sostuvo que el juez «debería renunciar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos» y calificó las declaraciones de «antidemocráticas».
En el mismo sentido, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, opinó que los dichos «son golpistas» y advirtió que «hace mucho» le perdió el respeto al ex juez de la Corte.
Desde el oficialismo, el presidente del bloque de Diputados de Cambiemos, Mario Negri,manifestó: «No hay distancia entre el deseo de que el Gobierno termine su mandato y la invitación a que lo desestabilicen».
Por su parte, desde el ámbito judicial, el Colegio de Abogados de la Ciudad también pidió la renuncia de Zaffaroni a la CIDH. Argumentó que los dichos del juez «exceden el ámbito de la libertad de expresión y opinión» y constituyen un mensaje contrario a la democracia y a los «valores republicanos».