El currículum de Valeria Bertuccelli ahora no sólo incluye trabajo como actriz. Desde “La reina del miedo”, película que protagoniza, también tiene el crédito de guionista y directora, pues esta nueva producción es íntegramente suya. Algunos títulos la evocan como “la mujer que se animó…”, como si su género tuviera algo que ver en las decisiones que toma, en especial la de iniciar una carrera en la dirección cinematográfica.
Para Valeria todo es un paso trascendental en su vida, pero a la vez lo transita de forma natural, dejándose llevar por su instinto y sus deseos.
“Antes me reía de los que decían que hacer una película es como tener un hijo, porque creía que esa gente no había parido un hijo, pero ahora noto que es bastante parecido…”, empieza a explicar Bertuccelli sobre la experiencia.
El filme cuenta con la producción de Marcelo Tinelli, que por primera vez participa de un proyecto fuera de los que nos tiene acostumbrados, en TV, radio y el mundo del deporte. “Después de una cena con amigos, en la que él citó una película que me gusta mucho, me animé a llevarle el guión, le aclaré que no era algo muy comercial, pero lo leyó y le encantó, y trabajé con total libertad con su apoyo”, contó.
Éste trata sobre una actriz que padece el miedo de una manera feroz pero que necesita atravesarlo, justo antes del estreno de la obra que actúa y dirige.
Si bien todo apunta a que la historia sea autobiográfica, Bertuccelli declara que “tiene cosas autorreferenciales, porque es un mundo que conozco de cerca, pero no es biográfica, no siento el miedo de esa forma. El pánico es no disfrutar de la vida, las cosas esenciales y más importantes, y el personaje siente que hay una manera mejor de vivir que no la está pudiendo agarrar y se le escapa. Siempre hay algo que cree más importante. Está en todos lados y no está en ninguno”.
Entonces, diferenciándose del personaje, la artista explica que “soy bastante exigente, no soy muy descontracturada con el trabajo. Cuando trabajo tengo que llegar cuatro horas antes, después con el tiempo, al año de hacer algo, cuando estoy más tranquila, necesito estar dos horas antes. No lo puedo evitar, necesito estar concentrada, no es algo que haga de taquito. No logro llegar al teatro, cambiarme y subir al escenario. Quiero estar en el camarín. No vale la pena hacer cosas que te sean fáciles, el sentido es que todas las veces sientas que hay algo en juego importante y que te moviliza”.
“El tema que más me interesa es eso que me provoca miedo. Te paraliza o te hace sacar una fuerza extra que ni vos sabés que tenés. Todos pasan por esos sentimientos, y creo que todo debe ser más profundo que esto de estar al día. Porque cuando vos observás tu día desde afuera es increíble por lo que pasaste y lo sentís como una rutina normal, me interesaba que se viera eso también, es algo que les puede pasar a todos, no una historia que sea de una única persona”.
Con tantos pensamientos sobre los temores, Valeria aclara que “no tengo miedo a la muerte, aunque sí es una buena medida. De alguna manera al concientizar la muerte, enfrentarte a lo más fuerte que puede pasar, lográs ser quien sos. Muchas veces, regulando, hacés cualquier cosa, pero si te llevan al límite pelás lo que sos en esencia”.
A pesar de cultivar un perfil muy bajo, que escapa a los conflictos mediáticos, explica que enfrentarse a una nota o una cámara tampoco es algo que la desvele porque “intento ser yo lo más yo posible, con todos los cuidados y el marco que uno tiene, porque no estás hablando en tu casa con tus hijos, sino que lo ve un montón de personas, entonces hay una conciencia de que no estás en la intimidad, pero no armo un personaje y nunca cambiaría mi forma de pensar o mentiría porque no está en mí”.
Feminismo y exposición
En las últimas semanas, producto de la exposición por la prensa de “La reina del miedo”, Bertuccelli hizo algunas declaraciones importantes sobre temas actuales, como acoso y presiones por trabajo.
Si bien insiste en no tener un bozal puesto para charlar, trata de manejarse diplomáticamente. Pero cuando se trata de feminismo, quien personificó a “la Tana Ferro” no da vueltas: “Me considero feminista. Nunca lo expreso de esa forma porque no creo que haga falta. Pero siento que por mis actos, las decisiones que tomo, lo que pienso, las prioridades que tengo y por lo que me importa, lo soy. Me siento súper contenta de que, de golpe, haya aparecido la luz. Todo es de a poco, recién comienza, son procesos largos hasta que todo se acomoda. Pero pasaron cosas muy importantes en estos tiempos. Siento que como artista es necesario hablar de este tema, pero como de tantos otros, Ojalá se traslade a muchas desigualdades de la humanidad, y no sólo como profesional, humanamente hace falta el ejercicio”.
Pero cuando el tema se pone más personal, Valeria toma las riendas: “Ya conté que alguna vez pasé por una situación incómoda, pero la resolví en ese momento. Nunca permito que me presionen de ninguna manera. Pero lo que haría en determinado caso, no lo contaría, me lo quedo para mí, y por eso tampoco me parece que tenga que exponer a alguien, porque arreglo las cosas en privado. Hago siempre lo que quiero y tomo siempre decisiones que me parecen buenas artística, humanamente. Y hasta acá llegamos”. Así, Bertuccelli decide dar por terminada la entrevista, sentando posición.
Con famoso exitoso y famoso.
“Tengo una familia que me banca en todo”, declara Valeria al hablar de Vicentico y sus hijos Florian(23) y Vicente (10). Es que Gabriel -verdadero nombre del cantante de Los Fabulosos Cadillacs- no sólo es el hombre del que está enamorada, sino también quien, por ejemplo, hizo la música para su filme. La actriz y directora conoció a su pareja hace 23 años, cuando filmaban juntos la película“1.000 boomerangs”. Desde ese momento se convirtieron en inseparables, y al poco tiempo de estar juntos, Valeria quedó embarazada de Florian. Hoy, más unidos que nunca, cuando Los Fabulosos Cadillacs salen de gira, Bertuccelli se une al tour junto a la banda en la que también toca su hijo mayor. “Se transforma en una gran familia con todos los integrantes”, comenta muy feliz.
Fuente: diario show