El mundo de la música se vio conmovido por la muerte del DJ Avicii con solo 28 años. Sin embargo, desde hace tiempo su salud venía dando avisos que no fueron tenidos en cuenta de manera suficiente.
En enero de 2012, debió pasar 10 días hospitalizado por una pancreatitis aguda. A poco de salir de esa internación, el artista se refirió en una entrevista a su consumo de alcohol y las altas exigencias que le demandaba ser una estrella de la música electrónica: “Beber se convirtió en una rutina para mí, pero es imposible seguir haciendo giras y tomando al mismo tiempo porque vas a colapsar. Especialmente cuando estás tocando en 320 shows al año”.
En 2013 fue internado otra vez y se le recomendó una extirpación de la vesícula biliar, pero no lo hizo para poder continuar con sus shows. La salud lo obligó a tener que hacerse la intervención en 2014. En ese momento, también le tuvieron que extirpar el apéndice.
Avicii tampoco realizó el postoperatorio indicado tras esas intervenciones: “Me tomé un mes, pero realmente no fue un mes libre. Estuve en el estudio 12 horas al día y luego volví a las giras. Es difícil decir que no en esta industria. Uno quiere tocar todo y estar en todas partes”.
Dos años después, agobiado por sus problemas de salud, anunciaba que se bajaba de los escenarios: “Es algo que tenía que hacer por mi salud. La escena no era para mí. No eran los espectáculos ni la música. En general soy más bien una persona introvertida. Siempre fue muy duro para mí. Pienso que me cargué de mucha energía negativa”, afirmó a Hollywood Reporter. Su última presentación fue en Ibiza en agosto de 2016, un año y medio antes de su precipitada muerte.
Fuente: RantingCero
