Fuentes oficiales revelaron que el escándalo se desató el jueves pasado por una denuncia de violencia de género. Una mujer de 44 años que trabaja como personal administrativo en la comisaría 42 de Cañada Seca denunció a su ex pareja, de apellido Balmaceda, de haberla golpeado y amenazado con un arma de fuego.
Ante la contundente denuncia, la Justicia dispuso que se librara un allanamiento en el domicilio del acusado. En ese operativo los policías secuestraron una escopeta “tumbera” en desuso con la que Balmaceda habría amedrentado a su ex mujer.
Pero el hecho no terminó allí. En su declaración, la administrativa de la dependencia sureña agregó que su hija, la auxiliar Yanina Balmaceda (23), estaba en pareja con un hombre que se dedica a comercializar estupefacientes.
Se acuerdo al relato de la denunciante, replicado por las fuentes, la mujer policía también vende drogas, incluso en horario de trabajo.
La fuerte declaración de la madre originó que desde la Oficina Fiscal local dieran intervención a la Justicia Federal, que dispuso derivar el caso a la Inspección General de Seguridad, órgano encargado de investigar el accionar los uniformados en la provincia.
Además, la IGS investigará si el titular de la comisaría 42 sabía de la enemistad entre madre e hija y de las presuntas maniobras ilegales de la uniformada. Además, los funcionarios deberán investigar si la denuncia se sustenta en pruebas concretas y no es fruto de la enemistad entre la denunciante y su hija.
De acuerdo al testimonio de vecinos de Balmaceda, la joven tuvo problemas de adicción a las drogas. Será tarea de la IGS determinar si aún consume sustancias y, lo que es mucho más grave, si las vende.