Más de una generación estuvo toda su vida sin ver a su país en un Mundial. Pasaron las Eliminatorias y las tristezas, y después de tanto sufrimiento la Selección de Perú regresó a la Copa 36 años después de su última vez. Pero no aprovechó la gran chance que tuvo y perdió 1-0 ante Dinamarca, en el arranque del Grupo C de Rusia 2018.
Este sábado 16 de junio quedará marcado a fuego para el argentino Ricardo Gareca, ya que fue su debut como DT mundialista, aunque con sabor amargo por la tristeza de no haber ganado.
El encuentro comenzó favorable para el equipo sudamericano, que salió a apretar y sorprender de arranque a su rival. Lentamente el desarrollo se fue emparejando, y cuando los daneses pasaban su mejor momento y tocaban la puerta del gol, Perú tuvo una inmejorable ocasión para abrir el marcador con un penal cobrado a instancias del VAR (de manera polémica, porque no pareció). Pero Christian Cueva lo mandó a la nubes.
El complemento fue una continuidad de los últimos instantes de la primera etapa, con dominio de la Dinamita Roja, que a los trece pudo convertir por intermedio de Yussuf Poulsen, finamente habilitado.
Ahí fue cuando, ante la necesidad, Gareca metió mano en su banco de suplentes y mandó a Paolo Guerrero a la cancha. El líder peruano entró a la Copa por la ventana, ya que está suspendido por la FIFA por dar positivo un doping, pero que fue habilitado provisoriamente para el torneo y a muy poco de comenzar.
Guerrero fue el imán de todas las jugadas desde ése momento y tuvo una muy clara con un taco, que se fue al lado del palo. Pero ni la motivación que recibieron sus compañeros por su ingreso le alcanzó a Perú para llegar al empate.
Ahora, el equipo incaico deberá salir a ganarle el jueves 21 a Francia y el martes 26 a Australia para seguir con vida en la Copa. En cambio, Dinamarca se aseguró tres puntos clave en este duro grupo, para llegar con más confianza y tranquilidad a los duelos del 21 con los Socceroos y al del 26 con Les Bleus.
