Antes de la reunión de coordinación -la última actividad del día plasmada en la agenda presidencial-, Mauricio Macri apareció con su hija Antonia en el Patio de las Palmeras, en la planta baja de Casa Rosada, y recorrió durante unos minutos las actividades para niños entre una marea de asesores, fotógrafos y asistentes, e hijos de empleados.
Es que desde temprano los pasillos de la Casa Rosada estuvieron plagados de niños que acompañaron a trabajar a sus padres en medio del receso escolar. Por eso, desde la dirección de eventos y el Ministerio de Cultura instalaron actividades en el Patio de las Palmeras y el Salón de los Pueblos Originarios, desde pinturas hasta juegos de ajedrez.
El Presidente entró con su hija cuando sonaron las trompetas de los granaderos. Antes, había bombos y una pequeña orquesta, y malabaristas. Dio la vuelta al Patio de las Palmeras durante unos minutos, y se volvió a su oficina. Para el cierre estaba previsto un show musical en el Museo de Casa Rosada.
Al mediodía, el comedor del segundo piso sumó un plato infantil al menú tradicional de tres opciones: milanesa con papas fritas.
