En medio del escándalo por la filtración de los llamados «Cuadernos de la corrupción», un busto de Néstor Kirchner en la ciudad de Rosario amaneció con unas cintas blancas que simulan ser un traje de preso.
La escultura está ubicada en «Cuatro Plazas», ubicada en la zona oeste de Rosario. El concejal Carlos Cardozo ya había propuesto que fuera removido. Alegó que Néstor Kirchner fue «el ideólogo de una asociación ilícita».
«Pensamos que una ciudad de gente honesta y de trabajo, en donde no somos noticia por escándalos de corrupción, no merece tener ni busto, ni un paseo, ni una placa con el nombre de Néstor Carlos Kirchner», explicó el edil.
En varios lugares del país hay iniciativas similares. Tal el caso de San Rafael, Mendoza, donde la oposición había logrado quitarle el nombre de Néstor Kirchner a la terminal de ómnibus, cuya concesión está a cargo de Néstor Otero, paradójicamente mencionado en los cuadernos. No obstante, la ordenanza fue vetada por la intendencia.
En la provincia de Buenos Aires también hay propuestas similares. Pero quizás el caso más extremo fue en Ecuador, en la sede de la Unasur, cerca de Quito, donde hay una escultura de Néstor Kirchner que deberá ser removida por pedido de la Asamblea Nacional.