Cómo está hoy la causa por la muerte de Alberto Nisman

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Un entrecruzamiento telefónico y un peritaje informático es hoy lo más importante para los investigadores de la muerte del fiscal Alberto Nisman. En eso trabaja el fiscal federal Eduardo Taiano –a cargo de del caso– y su equipo.

Para los investigadores lo que allí se pueda obtener –principalmente del entrecruzamiento– será fundamental para contestar dos interrogantes: ¿quién o quiénes mataron al fiscal y quién o quiénes ordenaron el crimen?

Es que para Taiano, para el juez Julián Ercolini y para la Cámara Federal a Nisman lo mataron en enero de 2015 en su departamento de Puerto Madero por la denuncia de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Se trató de un homicidio en el que para la justicia el perito informático Diego Lagomarsino facilitó el arma y en el que custodios del fiscal encubrieron el crimen. Pero resta completar el rompecabezas en sus piezas principales. Aunque, reconocen, no será nada fácil.

El entrecruzamiento es sobre las llamadas de unos 370 teléfonos de personal de inteligencia, funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner y de fuerzas de seguridad como Policía Federal, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Entre ellos, los del Antonio Stiusso y Fernando Pocino, ex hombres fuertes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)– del ex jefe del Ejército, César Milani, del ex subjefe de la AFI, Martín Mena, y de la propia ex presidenta Cristina Kirchner, entre otros.

El peritaje comenzó a fin del año y lo realiza la Policía Federal. «Es un trabajo minucioso y que puede variar ante cualquier dato que surja», le dijo a Infobae uno de los investigadores pero reconoció que está demorado.

Inclusive, todavía no está toda la información. Algunas empresas telefónicas demoran las respuestas o no son específicos en las contestaciones. A veces también se amplían los pedidos de información a medida que se avanza y se encuentran nuevas líneas de investigación.

Por otra parte, no es fácil investigar los teléfonos de las personas vinculadas a inteligencia. «Tenemos números pero no siempre quién lo usaba. Muchos de esos celulares tienen titularidades escondidas en empresas», señala una fuente judicial del caso.

El entrecruzamiento es desde octubre de 2014 -los últimos meses en los que Nisman elaboró la denuncia del memorándum- y febrero de 2015, dos semanas después de su muerte.

Al entrecruzamiento se le agregan medidas de prueba para corroborar alguna información de relevancia que de allí surge.

El segundo punto importante para la investigación es el peritaje informático sobre lo que se secuestró en la casa de Lagomarisno y de los cuatro custodios de Nisman. Del perito informático se obtuvieron dos computadoras y dos teléfonos. Pero todavía se está lejos de los resultados.

La última noticia importante que dio la investigación fue que se encontraron mensajes de Whatsapp que Lagomarsino le había enviado a Nisman un día antes de morir. Se trata de mensajes que fueron borrados pero el dato se pudo obtener de una ampliación del peritaje sobre el teléfono del fiscal. Lagomarsino siempre había dicho que Nisman se comunicó con él y nunca había dado cuenta de esos mensajes. Y sobre las comunicaciones de Whatsapp dijo que no las recordaba.

«Están surgiendo cosas interesantes que tenemos que profundizar», se entusiasma uno de los investigaciones. Pero también reconoce: «no es fácil». Hay que dar con los que ordenaron el crimen y con quienes lo ejecutaron. Una tarea compleja a tres años y medio del hecho.

Nisman fue encontrado muerto la noche del domingo 18 de enero de 2015 de un disparo en la cabeza en su baño del departamento «Le Parc», en Puerto Madero.Cuatro días antes había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner y a funcionarios de su gobierno de haber firmado el memorándum de entendimiento con Irán para beneficiar a los acusados del atentado a la AMIA con el levantamiento de las órdenes de detención de Interpol.

El memorándum buscaba avanzar sobre el esclarecimiento del atentado porque la causa judicial estaba paralizada ya que Irán no extraditaba a los acusados. Pero la justicia lo declaró inconstitucional. Y las ordenes de detención nunca fueron levantadas.

La denuncia de Nisman primero fue archivada por inexistencia de delito pero luego reabierta. Cristina Kirchner y ex funcionarios fueron procesados y enviados a juicio oral.

El arma de la que salió el disparo era de Lagomarsino, un perito informático contratado por Nisman. Lagomarisno reconoció que el dio el arma porque el propio Nisman se la había pedido.

La causa tuvo muchas idas y vueltas. Pasó por distintos jueces y fueros y un informe del Cuerpo Médico Forense dijo que no se podía constatar la presencia de terceras personas en el baño, por lo que se estaba más cerca de un suicidio. Pero una junta de Gendarmería Nacional dijo que fue un homicidio. Sobre esa base, el juez Ercolini procesó a Lagomarsino como partícipe necesario del delito de homicidio por haber prestado el arma. Y le puso una tobillera electrónica para seguir sus movimientos y le prohibió la salida del país. La defensa de Lagomarsino sostiene que se trató de un suicidio.

Además, el magistrado procesó a los cuatro custodios a cargo de la seguridad de Nisman ese fin de semana por encubrimiento del homicidio y por incumplimiento de los deberes de funcionario público. También tienen prohibida la salida del país.

Esta parte de la causa está en condiciones de ser enviada a juicio oral porque ya fue analizada por la Cámara Federal. Pero el fiscal Taiano no tiene previsto hacerlo en lo inmediato. Quiere concluir con la investigación para intentar dar con los autores intelectuales y materiales. Para eso no se pone plazos.

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