Esta perrita llamada Opal nació completamente ciega y sorda, pero gracias a su olfato puede sentir cuando su amo regresa a casa en Spokane, Washington (EE.UU.).
Cuando el coche de su amo se acerca, Opal empieza a mover la cabeza y a saltar por el jardín, para luego apresurarse hacia la puerta del jardín momentos antes de que el hombre aparezca allí y le dé un abrazo.