Un joven músico sobrevivió a treinta heridas de bala tras un atraco en Toronto

Como si se tratara de la escena más dantesca de una película de acción, varios encapuchados dispararon a un joven que caminaba junto a sus amigos por un aparcamiento de Toronto, a media noche: treinta balas atravesaron el cuerpo de la víctima, que de forma insólita y contra todo pronóstico, sobrevivió al atraco.

De espaldas a la cámara, y con la voz distorsionada para preservar su anonimato, el joven, un músico de raggae y blues de nombre Jamal, concedió una entrevista al diario Toronto Sun. Explicó que el incidente se produjo el pasado 10 de junio, cuando acompañaba a sus amigos de regreso al coche, después de una fiesta.

Las cámaras de videovigilancia del aparcamiento capturaron el momento en el que tres asaltantes -dos de ellos con capuchas negras- se acercan corriendo e increpan a Jamal y a sus amigos, de pie junto al coche.

Los ladrones les asaltaron para robarles un teléfono celular y un paquete de cigarrillos. Tras discutir, uno de los atracadores golpea al músico en la cabeza con la pistola. Este, noqueado, se estrella contra el suelo.

«Aparecieron con sus armas» narró Jamal en la entrevista. «Lo siguiente que supe fue que uno de ellos me golpeó en la cabeza con su arma y disparó un tiro. Me tiraron al suelo» añadió.

Después de la brutal embestida, los delincuentes huyeron retirándose de la escena, y saliendo del plano. En cambio, algo les hizo cambiar de opinión, y regresaron empuñando las pistolas. Al alcanzar a Jamal, aún tendido en el suelo, le dispararon en el cuerpo un total de 30 veces.

«Al principio no sentí las balas. Recuerdo los destellos de las pistolas. Fue una experiencia realmente extraña. Me sentí como si estuviera por encima de mí mismo mirándolos mientras disparaban».

Las balas entraron y salieron atravesando al cantante, que fue traslado al hospital en un auto particular. Allí, los médicos que le atendieron de urgencia confirmaron que había recibido 30 impactos, y que todos los proyectiles habían entrado y salido del cuerpo del joven. Las autoridades además hallaron 33 casquillos en la escena del crimen.

Para salvar la vida de Jamal, los doctores tuvieron que acometer dos extensas cirugías de 15 horas cada una. Durante la primera intervención,  trabajaron para detener los preocupantes sangrados internos y externos.

«Me hice una cirugía de 15 horas y luego otra de 15 horas» explicó Jamal al medio. «Quiero agradecer a los médicos y enfermeras por salvarme la vida».

Los cirujanos se esforzaron también por retirar cualquier resto de bala que pudiera haber quedado en el organismo del músico, aunque el joven aseguro que «todavía queda algo en él».

«El otro día me estaba rascando la espalda y sentí que algo duro y frío salía de mi piel. Yo sabía lo que era. Me costaría mucho pasar por un detector de metales» señaló.

Como consecuencia de los disparos, Jamal perdió la movilidad del brazo y la mano. Además, no consigue dormir bien y sufre estrés postraumático.

Cinco meses después del salvaje crimen aún se desconoce el paradero de los tres agresores. La policía sigue investigando el caso y espera obtener cualquier información que conduzca a la detención de los criminales.

A pesar de la traumática experiencia, Jamal se siente feliz de estar vivo, y aunque a veces confiesa sentirse solo, trata de recordar que es una persona con suerte.

«Mejor que me ocurriera a mí. Creo que me pusieron allí para proteger a mis amigos. Quiero aprovechar mi segunda oportunidad para ayudar a la gente. Fui bendecido. No soy víctima. Soy un superviviente. Sobreviví» explicó el joven.

Fuente: Infobae