Aun con algunos reparos y mucha cautela, desde el Gobierno empezaron a evaluar como una eventual opción electoral real que lleve a Mauricio Macri a su reelección la idea del desdoblamiento de los comicios bonaerenses de los nacionales con la provincia de Buenos Aires.
Hasta diciembre pasado, cuando desde la gobernación de María Eugenia Vidal se ratificó como una posibilidad concreta esta ingeniería electoral, la idea era rechazada de plano en el núcleo duro de Mauricio Macri.
Sin embargo, Infobae pudo saber que el tema se analizó en estos últimos días en el primer piso de la Casa Rosada, en la Patagonia donde descansa el Presidente y en círculos cerrados de la mesa chica de Cambiemos donde se abordó una conclusión uniforme en todos estos ámbitos: la decisión de desdoblar las elecciones bonaerenses de la nacional se definirá entre Macri y Vidal aunque ya aparece como un tema que generó signos de preocupación en el peronismo y se empiezan a ver las aristas positivas que podría cosechar esta jugada de alto voltaje político.
«Esta claro que el desdoblamiento de los comicios obligará al peronismo a definir una estrategia más temprano y a Cristina Kirchner le podría licuar poder de fuego en las elecciones de octubre porque para esa fecha los intendentes bonaerense ya habrán jugado su partida», sintetizó un destacado funcionario del Gobierno que en estos días dialogó telefónicamente con Macri.
El debate no debería llevar mucho tiempo ya que entre febrero o marzo se debe definir para que haya espacio para la presentación de listas, el armado de internas y los comicios posteriores.
La semana pasada un grupo de intendentes del PJ alineados con Cristina Kirchner se quejó por la jugada de desdoblamiento de elecciones bonaerenses que planteaba Vidal. El PJ bonaerense, encabezado por el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, cuestionó la intención de la Provincia de desdoblar las próximas elecciones al asegurar que costará 3.200 millones de pesos.
«Lejos de entender estos cuestionamientos como una crítica lo que percibimos es que la idea de desdoblar elecciones molestó y puso nerviosos a muchos peronistas, lo que indica que vamos por el buen camino», aseguró a Infobae un dirigente de mucho peso en Cambiemos.
La idea de desdoblar los comicios surgió hace varios meses desde el despacho del presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó; del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y del ministro del Interior Rogelio Frigerio. En aquel momento, Marcos Peña, Jaime Durán Barba y varios referentes de núcleo duro del Presidente se negaban a analizar esta idea tajantemente.
Sin embargo, esta hipótesis luego prendió en La Plata y ahora empieza a ser evaluada seriamente por algunos referentes de la Jefatura de Gabinete y del círculo más cercano a Macri.
Anteayer, en un almuerzo que compartió Peña con la mesa chica del PRO en San Telmo se abordó esta disyuntiva. Estuvieron, entre otros, Horacio Rodríguez Larreta, el secretario de la Presidencia Fernando de Andreis y el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca. «No hubo definiciones pero el tema estuvo presente y por primera vez se lo vio a Peña con ánimo de escuchar», dijo uno de los comensales muy enigmático.
Aquellos que suscriben a esta idea de desdoblamiento sostienen que un triunfo de Vidal en julio, es decir, muy pegado a las PASO nacionales, será un empujón muy fuerte en términos de impacto político e incluso servirá para equilibrar eventuales derrotas electorales de Cambiemos en distritos como Córdoba, Tucumán, San Juan, Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe o Chubut donde ya se decidió que habrá elecciones anticipadas.
También en la Casa Rosada creen que un triunfo de Vidal en julio cambiará el ánimo electoral y permitirá una campaña de Macri junto a una gobernadora triunfante. Como contrapartida, Cristina Kirchner o el candidato del PJ deberá lidiar con intendentes que no harán demasiado esfuerzo en traccionar votos en octubre.
Los que aún se niegan a aceptar esta idea de desdoblamiento de los comicios bonaerenses de las elecciones nacionales creen que esta jugada tiene un «alto riesgo político para Macri» en el caso de que gane Vidal pero luego quede debilitada la figura presidencial para las elecciones. También aquellos que se oponen a esta ingeniería electoral entienden que para los bonaerenses enfrentar al menos cinco comicios (dos PASO, dos generales y un eventual ballottage) será un desgaste importante para el electorado y no será bien visto por la sociedad.
Está claro que el tema no será resuelto en lo inmediato y que será Macri con Vidal quienes terminen de definir. En rigor, la propia gobernadora bonaerense dijo que el tema quedará a referendo de una decisión exclusiva del Presidente.
Campaña con mucha obra pública
Por otra parte, en las últimas horas se evaluó que la obra pública y el corte de cintas será uno de los ejes centrales de la campaña de Macri por una sencilla razón: en el 2019 se prevé que al menos haya unas 1.100 obras finalizadas en todo el país que vienen de proyectos que comenzaron en algunos casos a gestarse en el 2016.
En este caso los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich; Frigerio y en menor medida el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro serán los responsables del calendario de corte de cintas que hará Macri durante este año hasta que la veda electoral le permita.
Según un relevamiento al que accedió Infobae, de las 2.300 obras que están en marcha en todo el país supervisadas por los Ministerios del Interior, Transporte, Educación y Energía, se estima que 1.100 se terminarán antes de agosto.
A la vez, se pudo saber que el presupuesto de este año para la obra pública no se redujo drásticamente: pasó de 191.000 millones de pesos en el 2018 a 185.000 pesos en este año.
En la Casa Rosada sostienen que una campaña con corte de cintas será crucial para Macri a la hora de mostrar logros de su gestión y sumar intendentes o gobernadores a su espacio.
También creen que se deberá apuntalar los planes de créditos para los productores y que todo ello deberá ir acompañado de una mejora en la economía. Es que en el gobierno son conscientes del impacto negativo que genera en los sectores medios y bajos una recesión.
