ARA San Juan: la Justicia pone la lupa sobre las tareas de «inteligencia» que realizaba el submarino

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Argentina's Defense Minister Oscar Aguad attends a press conference in Buenos Aires, Argentina, Saturday, Nov. 17, 2018. Argentina's navy announced early Saturday that they have located the missing submarine ARA San Juan in the Atlantic, a year after it disappeared with 44 crew members aboard.(AP Photo/Pablo Stefanec)

Las tareas de «inteligencia» encomendadas al ARA San Juan para que realice durante sus patrullajes, entre ellos el último, del que nunca regresó, será uno de los tema centrales que abordará la jueza federal de Caleta Olivia en los próximos días y que ya despertó interés en el ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad. Este tema tan sensible hasta ahora no había sido abordado por la justicia.

¿Por qué razón el submarino debía identificar las frecuencias en las que trasmitían otras armadas, como las de Brasil, Chile, Uruguay, o la de la Marina Real Británica, apostada en las Islas Malvinas? ¿Por qué se solicitaba al personal de inteligencia naval embarcado en el buque de guerra que identifique las «estaciones» desde las que se trasmitía y recibían mensajes, por ejemplo de naves y submarinos brasileños, o ingleses? tal como consta en la documentación reservada a los que tuvo acceso exclusivo Infobae.

La clave está en las hipotéticas que existen sobre las probables amenazas externas a la soberanía nacional y la depredación de los recursos naturales del país. Dos tópicos de los que muy poco se habla, o que las autoridades reconocen.

Cada una de estas preguntas, fueron respondidas por los funcionarios de primer nivel nacional ante una consulta de este medio.

Las dudas de la jueza

Para conocer de primera mano las actividades de «inteligencia» realizadas por el buque de guerra siniestrado, la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, citó a declarar como testigo a la jueza federal de Córdoba, e integrante del Tribunal Oral Federal Nº 2, María Noel Costa.

La abogada había sido designada por el ministro Aguad para conducir la poderosa Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica del Ministerio de Defensa (DNIEM). Cargo que desempeñó hasta abril de este año, antes de ser nombrada en el TOF 2.

La DNIEM es uno de los tres organismos que junto a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal que depende del Ministerio de Seguridad y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), conforman el Sistema de Inteligencia Nacional.

Este organismo en el área de la defensa nacional comenzó a funcionar en 2004, después de la reglamentación de la Ley de Inteligencia Nacional y que lleva el número 25.520.

Según pudo conocer Infobae de fuentes judiciales, la jueza Noel Costa deberá comparecer ante su par Yáñez –inferior en el cargo ya que es una magistrada de primera instancia- el 8 de agosto próximo, pero abrían acordado que, en vez de presentarse de manera personal en Rivadavia 22, lugar donde está el despacho de la magistrada, en Caleta Olivia, responda las inquietudes por escrito.

Desde la desaparición y posterior hundimiento del ARA San Juan con sus 44 tripulantes, las tareas de presunto «espionaje», que para el ministerio de Defensa son de «inteligencia» legal, o de «observación», fue objeto de cuestionamiento, por ejemplo, por parte de Valeria Carreras, la abogada que integra la querella unificada junto a Lorena Arias y Fernando Burlando.

Sucede que Carreras representa desde el comienzo del expediente a la viuda del cabo principal Enrique Castillo, el hombre de «inteligencia naval» a bordo del submarino siniestrado».

Llama la atención que en el Informe Final de la Comisión Bicameral no abordó este tema tan sensible, y que cuando presenta a cada uno de los 44 tripulantes muertos, a modo de homenaje, al suboficial Castillo lo presentan como el hombre encargado de la «información», y no como un marino de «inteligencia naval».

Las tareas de «inteligencia»

Además de identificar supuestos pesqueros extranjeros operando en la Zona Económica Exclusiva de la Argentina y tomarle fotos y vídeos; Castillo y otros especialistas debían establecer las posiciones de naves y aviones de la Royal Navy, pero también las frecuencias con las que trasmitían, esa y otras marinas extranjeras.

Carreras llama a esto «parte del sector a cargo de estrategia y guerra acústica». En la información documental en su poder, consta por ejemplo, que el hombre de «inteligencia» en el submarino tenía un «archivo de frecuencia por país» como Brasil. En una serie de columnas constaba la frecuencia de transmisión, la aclaración de cual sistema se trataba, como por ejemplo «Teletipo FUM» o si la emisión había sido generada por «Trafico con Aeronaves y Teletipo FUM».

Por un tema de seguridad y secreto militar Infobae se reserva las frecuencias que en navegaciones anteriores fueron volcadas en los informes en papel elevados a la superioridad.

Según pudo saber este medios de fuentes de la Armada Argentina, entre las tareas que tenía asignado el submarino, pero también otras embarcaciones militares, son el registro de «firmas acústicas», «firmas digitales» y como se dijo las «frecuencias» de trasmisión de marinas extranjeras.

Vale aclarar que altísimas fuentes del ministerio de Defensa aclararon que se trata de «inteligencia legal y amparada por las leyes argentinas», sobre sonidos u objetos que se pueden identificar desde «territorio nacional».

En los documentos de inteligencia también se detallan las bases de otras naciones identificadas, entre ellas la denominada «Río de Janeiro». Pero también «estaciones» nombradas como «BAESPA O AMÉRCICA», «COLEGIO NAVAL», o «REAL MARINA», entre otras.

Pero eso no es todo. También existen «archivos sobre la armada de Chile» (textual al documento de inteligencia naval) con las frecuencias detectadas.

En la columna «indicativos» figuran, por ejemplos, referencias como «CCS SANTIAGO», «CCM MAGALLANES», o «VALPARAISO-PLAYA ANCHA», entre otros.

Cuando las frecuencias proceden de embarcaciones británicas el encabezado está rotulado como «ORIGEN INGLES», a la izquierda figuran los números de las frecuencias detectadas y en los «indicativos» se puede leer, por ejemplo, «MALVINAS», «VOZ DE MUJER» y hasta «AP FUERZA AÉREA EE.UU».

Los «partes de información» cuyo tema es el «informe de patrulla», están rotulados como «SECRETO» y el documento está membretado como «CENTRO DE INTEGRACIÓN DE INTELIGENCIA TACTICA ATLANTICO»· El CIAT es la dependencia al que pertenecía justamente el suboficial Castillo.

Hace más de un año, cuando Infobae publicó que desde el ARA San Juan se realizaba «espionaje» sobre aviones y naves británicas que dependían de la «Gobernación Malvinas», tal como consta en la «OP 04/2017», las autoridades nacionales, primero lo desmintieron; después aclararon que no se trataba de «espionaje», porque esto sería ilegal, y finalmente se reconoció que se trataban de tareas de «inteligencia» secundaria que realizaba no solo el único submarino operativo que tenía la Armada, sino que era una misión encargada a todos los buques y aviones de las Fuerzas Armadas.

Pasado los meses hasta el propio comodoro de marina Esteban Zembo, exdirector de Inteligencia de la Armada Argentina (ARA), lo confirmó ante la Comisión Bicameral parlamentaria.  Allí precisó que en el submarino ARA San Juan viajaba una persona de su equipo «con información base» sobre los buques que navegaban en la zona.

«Nosotros somos los responsables de adiestrar a nuestra gente en todos los temas operativos de la flota de la aviación naval y de la infantería naval. Por lo cual, cada buque que se desplegaba y hacía una patrulla de control de mar llevaba un hombre de inteligencia, sea una corbeta o un submarino», amplió y aclaró que  «esa disposición estaba fijada en el plan de adiestramiento y alistamiento de la Armada» y que «en el año  2017 se empezó a desplegar personal de inteligencia en submarinos».

Esta, según la abogada Carreras, era la segunda misión en navegación con personal de Inteligencia CIAT, el anterior había sido en la navegación de julio de 2017. Es decir la última patrilla del ARA San Juan.

Ante una pregunta de la senadora Magdalena Odarda, el ex veterano de la Guerra de Malvinas reconoció que el suboficial Enrique Castillo,  era parte de los 44 tripulantes y que «integraba el plantel de profesionales encargados de este tipo de tareas».

Cuando se le solicitó mayores precisiones el alto oficial explicó, que Castillo llevaba a bordo una computadora personal con «información base que se va actualizando con todas las fuentes que se puedan obtener. Lo que había en la computadora era la foto que teníamos hasta ese momento de cómo estaban los buques en la zona donde iba a hacerse la patrulla de control del mar».

Cuando el diputado del PRO Guillermo Montenegro repreguntó sobre la misma cuestión, el exjefe de inteligencia naval precisó que «Castillo solamente cumplía con trabajos de adiestramiento y asesoramiento del comandante en cuanto a la información y sobre lo que la tripulación iba a verificar en ese control que realizaba».

La respuesta de Defensa a Infobae

Sobre las dudas que generan las tareas de inteligencia asignadas a un submarino que no regresó de patrullaje porque después de un incendio terminó hundido a más de 900 metros de profundidad en aguas internacionales, y lejos de la conflictiva «Zona Malvinas» Infobae consultó a fuentes calificadas del Ministerio de Defensa, que prefirieron mantener su nombre reserva y estas fueron sus respuestas.

-¿Por qué razón el submarino ARA San Juan debía identificar las frecuencias en las que transmiten las armadas, por ejemplo de Brasil, Chile y Uruguay y las «estaciones identificadas», tal como se lee en los documentos?

-El submarino ARA SAN JUAN llevaba adelante una operación que contaba de distintas actividades. Entre ellas se destacan el adiestramiento del personal y el control del mar, conforme a los planes de Adiestramiento vigentes. Al momento de navegar, el submarino debe estar alerta sobre la presencia de otra unidad submarina o de superficie dentro de la misma área en la que opera. También es importante determinar la presencia de redes de acero de pesca lanzadas en el mar por buques pesqueros, que constituyen un serio peligro para la seguridad de la unidad submarina.

-¿Y el tema de las frecuencias de otras armadas, eso no tiene que ver con las artes de pesca?

-La identificación de frecuencias en el mar es una actividad considerada normal porque sirve para recibir avisos a los navegantes, pronósticos, etc. Por otra parte, sirve para identificar a las unidades navales y mercantes con las que se coincide en el área a fines de colaborar en posibles casos SAR (búsqueda y rescate). La identificación de frecuencias puede ser realizada desde nuestro país, para ser utilizada en momentos de la navegación. El submarino debía estar atento a toda unidad de superficie, submarina o aérea como así también de buques pesqueros desplegados en su proximidad.

-En base a la documentación clasificada en poder de Infobae, quisiera saber qué significa cuando los agentes de inteligencia escribieron sobre las planillas «estación identificada Real Marina CSNRMR y «otras estaciones» como «Base Naval Río de Janeiro».

-Algo que es importante aclarar es si el submarino hacía tareas de inteligencia. Las Fuerzas Armadas cuentan cada una de ellas con sus Direcciones Generales de Inteligencia, para realizar inteligencia sobre las amenazas externas a la defensa nacional. Dentro de la tarea de control del mar, es importante identificar los distintos buques que se encuentran operando fuera de la milla 200. Esto quiere decir que la inteligencia naval debe llevar a cabo un registro de los medios que puedan ser considerados una amenaza externa para nuestra soberanía y recursos naturales. Es por eso, que en el marco de las tareas de control del mar es importante que el comandante de una unidad naval cuente con el asesoramiento de un oficial de inteligencia o un suboficial orientado en informaciones, que pueda asistirlo sobre los distintos buques que a través de la navegación se puedan divisar.

La tarea llevada adelante por el submarino ARA San Juan era la de proceder a realizar tareas rutinarias inherentes a la Armada Argentina, esto es, únicamente avistar y brindar información. Ese acrónimo «CSNRMR» que usted menciona podría corresponder a una estación de radio específica y la frecuencia en la que emite, considerada de relevancia antes de partir el submarino.

-¿Que significa identificar Bases Navales, cual es la importancia de ello?

-Una base naval es un conjunto de facilidades para apoyar la normal operación de elementos navales, buques, aeronaves, submarinos y unidades de infantería de Marina. Para cualquier unidad naval es importante conocer la ubicación de todas las Bases Navales cercanas en su zona de operación, respondió el altísimo funcionario consultado por este medio.

Resta observar ahora si las armadas que fueron identificadas por la «inteligencia» Naval Argentina toman a esta información como un tema secundario, y hasta de ayuda internacional ante una emergencia, es decir como algo rutinario que ellos también realizan.

El caso Castillo

El suboficial de inteligencia Castillo, y esto ya está probado en el expediente, no era submarinista. Tampoco había realizado algún tipo de capacitación antes de abordar la nave. Nunca se había sumergido, por lo cual se desconocía como podía reaccionar. No se lo había instruido en cómo debería reaccionar en un caso de emergencia.

Está acreditado también que Castillo embarcó de un día para el otro por una indisposición del oficial de inteligencia de apellido Giungi, quien sí ya había realizado patrullajes en el ARA San Juan.

Tan rápida fue el destino de Castillo al submarino, que hasta le prestaron una bolsa de dormir. En una entrevista al canal cooperativo TVCO de La Pampa, su viuda expresó: «Él no estaba muy contento, no quería ir mucho. Ni siquiera le dieron la ropa adecuada, tuvo que salir a pedir prestada la ropa. Tuvimos que salir a pedir una bolsa de dormir porque iba a dormir en la sala de torpedos». En la causa hay hasta fotos que acreditan el lugar dónde descansaba y que no era justamente una cucheta.

«Llama la atención y será parte del pedido de imputación de esta querella unificada, que el informe de la Bicameral no haya siquiera nombrado o mencionado, la función del Suboficial Enrique Castillo, a bordo del Submarino Ara San Juan. Coincidente con la falta de mención de las funciones y misión a cumplir en la navegación trágica, todo lo cual consta en la Orden de Operaciones 04-17. Léase tareas de patrullaje e inteligencia sobre naves y aeronaves denominados Objetivos Militares que circularan en Zona Malvinas, con debido detalle de dichos objetivos, por ejemplo el Protector etc, máxime habiéndose relevado del secreto militar y ley de defensa nacional toda la información al acaecer este lamentable suceso», recuerda la abogada Carreras.

Carreras también le informó a Infobae que: «Nuestra querella considera el caso de Castillo como el más grave, porque no contaba con el más mínimo entrenamiento, nunca había estado a bordo de un submarino, no tenía los estudios médicos y psicológicos que la tripulación submarinista tenía, todo lo cual cobra mayor gravedad al haberlo embarcado en esas condiciones» y agrega que «el Reglamento de aptitud psicofísica del personal militar de la armada establece que tipo de estudios hay que hacer para cada desarrollo.- Por ejemplo el más riguroso es el del personal de paracaidismo.- En el caso de Castillo con un apto de 2014 como consta en la causa, no debería haber embarcado, así lo declaró el Medico de la Base Naval de Mar del Plata el doctor Herrera en su declaración testimonial ante la jueza Yañez»

Está claro que la inclusión de Castillo entre los 44 tripulantes no generó la tragedia, pero eso no excluye que la justicia debería investigar a fondo porque razón, si como dicen desde el ministerio de Defensa las tareas que se le asignaban era «secundarias», se lo destinó al ARA San Juan cuando no había sido capacitado para sumergirse en un submarino y permanecer en él varias semanas.

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