En una histórica jornada que batió récords de concurrencia a nivel sudamericano con 38.363 socios, Ameal y Pergolini -sin Riquelme que se había refugiado en el búnker- se abrazaron a las 00:23 cuando sus seguidores empezaron a celebrar la victoria, cuando la tendencia imposible de revertir.
Así, Ameal vuelve a conducir al «Xeneize» -lo hizo entre 2008 y 2011 por la muerte de Pedro Pompilio-, pero ahora siendo el presidente más votado del fútbol argentino.
Los comicios celebrados en una gran carpa montada en uno de los playones adyacentes a la cancha marcaron un récord histórico para la institución «xeneize», ya que sufragaron más de 38.000 socios, dejando muy atrás la marca de 2015, cuando lo habían hecho 26.136.
La jornada electoral se había iniciado bien temprano, con miles de socios que se acercaron desde antes de las 9.00 -hora de apertura de las urnas-, por lo que el proceso de votación terminó siendo lento.
Esto provocó algunas suspicacias que calentaron un clima que ya venía denso en los días previos por las acusaciones cruzadas entre los candidatos.
El primero en disparar fue Riquelme, vocal en la lista de Ameal, pero que ocupará el cargo de vicepresidente segundo y estará a cargo del manejo del fútbol.
«Son tramposos, esto es una vergüenza», lanzó el ex enganche, al tiempo que pidió la intervención de Mauricio Macri: «El presidente de nuestro país tendría que actuar un poco porque esto tiene que ser una fiesta».
Gribaudo, secretario del club y candidato bendecido por el presidente saliente, Daniel Angelici, recogió el guante y pidió «evitar que se genere un clima raro».
El correr de las horas trajo un poco de calma, hizo bajar la espuma y los comicios transcurrieron con normalidad, cerrando a las 18.00, como estaba pautado.
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